El Departamento de Turismo de Pekín ha anunciado la prohibición de ofrecer carne de perro durante las olimpiadas. Esta medida afectará directamente a 112 comercios designados como «olímpicos», es decir, aquellos destinados a servir a los miles de visitantes que acudirán a la capital.
La Asociación Pekinesa de Cátering recomienda la no inclusión de esta vianda al resto de locales de la capital y en el caso de que los clientes la demanden, sugerir otro plato alternativo.
La prohibición comprenderá desde el inicio de los Juegos hasta septiembre. Aquellos establecimientos que la incumplan serán incluidos en una lista negra.
El veto a este plato típico quiere evitar, según la prensa china, herir la sensibilidad de los turistas extranjeros.
Lo cierto es que no es una medida nueva: Corea del Sur durante la celebración de sus Juegos en 1988 también la llevó a cabo.
La carne de perro es un plato típico en China. Su consumo es mayor en las zonas del norte y sur y especialmente entre los varones, pues existe la creencia de que el consumo de animales poderosos confiere poder a quien los ingiere.
Tradiciones ancestrales a parte, se trata de una carne rica en nutrientes y con supuestas virtudes médicas.
Los visitantes que acudan a Pekín, sin embargo, no podrán constatar cuánto de verdad hay en tales afirmaciones y deberán esperar a septiembre para poder degustar esta original vianda.