Chus Lago intentará alcanzar en solitario y a pie el Polo Sur

Antonio Saborido

DEPORTES

27 jun 2008 . Actualizado a las 12:08 h.

Quienes conocen a Chus Lago todavía no se explican cuáles son las razones por las que un espíritu libre se ha encadenado a las concejalías de Sanidad, Medio Ambiente y Consumo. Hace unos meses, el conflictivo pleno municipal de urbanismo evitó la expedición de la montañera viguesa. Casi un año después ya nadie puede frenar los impulsos salvajes de la alpinista gallega. Chus Lago comenzará su nuevo proyecto el próximo mes de noviembre.

La empresa será dura, se trata de llegar al Polo Sur geográfico en el extremo Antártico de la Tierra después de haber recorrido 1.200 kilómetros a pie, estableciendo una media de 25 kilómetros al día y con temperaturas que oscilan entre los 50 y los 80 grados bajo cero, con los vientos huracanados, las fracturas sobre el terreno, el aislamiento y la soledad como principales rivales de una gallega dispuesta a escribir una nueva página en su enriquecida vida y que no se preocupa en disimular. «Creo que todo el mundo tiene que sentir envidia de mí, puesto que he vivido cosas y experiencias que nadie podría ni soñar».

No hay temor en Lago, no al menos a que si algo no funciona pueda ser el factor humano. «En la montaña si falla el GPS, el teléfono satélite, o cualquiera de los demás aparatos de seguimiento o localización tienes la posibilidad de solucionarlo con relativa facilidad, en esta ocasión el fallo de cualquiera de estos sistemas, ajenos absolutamente a mi control, pueden suponer literalmente la muerte».

Ni siquiera los cámaras de Canal Plus, que realizará un documental sobre la montañera desde los meses antes de su preparación hasta el momento en el que una avioneta la deposite en la bahía de Hércules, en el mar de Weddell, han tenido arrestos para acompañarla en su aventura, una más sin luz y taquígrafos, solo los que graben la cámara de la propia expedicionaria y aquellos que su retina registre en los almacenes de su envidiada existencia. Para la concejala del Ayuntamiento de Vigo puede que ni siquiera la presencia de las cámaras fuese importante en su expedición, puesto que «no necesito del reconocimiento de la gente como puede tenerlo un cantante o un escritor, si llega, pues llega, y punto, pero hago este tipo de cosas para mí».

La experiencia le permite dar conferencias a jóvenes escolares de la ciudad con la colaboración de una entidad financiera. Alucinada, se pregunta a sí misma los motivos por los que lo que más les interesa es saber cuánto dinero gana, qué coche tiene, o cuál es la marca de ropa que utiliza, tal vez porque para saber que la vida tiene otros valores hay que estar en la soledad del mundo para darse cuenta de cuáles son.