El finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) manifestó tras su victoria en el Gran Premio de Malasia que en la salida no había querido arriesgar para adelantar a su compañero Massa y que esperó a hacerlo en el primer repostaje.
«En la salida me he igualado con Felipe Massa, pero no he querido arriesgar, ya que sabía que me iba a parar una vuelta mas tarde, Cuando ha llegado ese momento he apretado al máximo y he logrado volver a la pista por delante de él» comentó el vigente campeón del mundo.
«Desde ese momento -prosiguió el finlandés- tenía la pista despejada, el coche iba perfecto y podía controlar la situación sin exigirle ni a la mecánica ni a los neumáticos. Es una pena que Massa no haya podido completar el doblete, que estaba al alcance de la mano», lamentó el piloto, que habló también sobre las sensaciones de estas dos primeras pruebas del Mundial.
«Hemos tenido problemas en la sesión de clasificación, pero sabemos que disponemos de un gran potencial en carrera y eso es lo que cuenta. Hemos tenido un inicio de temporada muy complicado, pero no he perdido para nada la confianza en el equipo, y sé que podemos hacerlo todavía mejor», agregó.
Después volvió a referirse a la prueba de ayer para explicar: «Ha sido realmente una carrera muy fácil. Hemos sido claramente más rápidos que los otros equipos y espero que podamos confirmar esa superioridad en las próximas pruebas».
Kubica acabó roto
Por su parte, el polaco Robert Kubica (BMW), que finalizó el Gran Premio de Malasia en segunda posición, confesó al finalizar la carrera que las últimas vueltas habían sido muy duras. «Hacía mucho calor dentro del coche y las últimas diez vueltas han sido muy duras, pero al final hemos logrado un resultado brillante», comentó.
Reconoció después que no hizo una buena salida y que las ruedas le dieron problemas: «Me patinaron mucho y he tenido que luchar por la posición con Jarno Trulli y mi compañero Nick Heidfeld. Iba por la trayectoria sucia de la pista, se me ha ido un poco el coche y todavía no sé cómo he logrado adelantarles».
Kubica añadió que una vez que logró «superar a Trulli y a Nick» todo fue más sencillo porque pudo ir a su ritmo. «Los Ferrari iban demasiado rápido -admitió el polaco-, pero he conseguido aumentar la ventaja sobre los coches que me seguían, y después de la segunda parada pude bajar el motor de revoluciones para cuidarlo para la siguiente carrera».