El Alcorcón vuelve a amargarle la vida al Pontevedra en el último minuto

Diego Espiño

DEPORTES

Los granates terminan con nueve un partido marcado por los continuos errores y la falta de brillantez

17 mar 2008 . Actualizado a las 11:42 h.

Cuando un equipo recibe el gol del empate en el último minuto y jugando con nueve futbolistas no es para estar contento, pero ni el riguroso arbitraje de Gómez González se puede poner como excusa de lo que ayer fue un mal partido del Pontevedra. El empate final (1-1) se puede considerar justo a tenor de lo mostrado por ambos conjuntos durante los noventa minutos.

El de ayer fue un encuentro extraño, y es que los granates salieron convencidos de mantener la línea de los últimos encuentros y desde el pitido inicial salieron dispuestos a llevarse la victoria. Comenzaron mandando y dominando los lerezanos, y fruto de ello llegaron las primeras ocasiones claras, ambas de Igor, primero en el minuto dos tras una acción de Dani por el costado izquierdo que Raúl termina desviando con la cara, y poco más tarde tras una internada de Xavi Moré que el brasileño no acierta a rematar con precisión. El conjunto de Javi Gracia llevaba el peso del partido y llegaba desbordando con claridad por las bandas.

Fue un espejismo que duró solamente un cuarto de hora. A partir de ese momento, el Alcorcón comenzó a sacudirse el dominio e impuso su juego, basado en un ritmo ramplón, presión al contrario y balones en largo. Argumentos escasos, pero que apoyados por un gran sacrificio acabaron por convertir a los madrileños en los dueños del choque. Con todo, los de Anquela no eran capaces de inquietar a Bonis, salvo en una acción por la izquierda de Carlos Pérez que Gonzalo Rico remata de cabeza alto en una posición inmejorable y en disparos lejanos que no ponían nervioso al guardameta francés.

La segunda mitad comenzó con la lesión muscular de Sergio Castaño, reemplazado por Luciano. El cambio no trastocó el guión y los equipos salieron de vestuarios con el mismo del primer acto. El Pontevedra no encontraba su juego mientras los locales se iban creciendo poco a poco a base de coraje.

El tiempo fue transcurriendo de manera banal e infructuosa hasta el minuto 69, momento en que todo se puso de cara para los granates. Tras un robo, Gato conecta entre líneas con Víctor, quien se incorpora con una velocidad endiablada sorteando a los contrarios hasta ser derribado claramente por Alcalá cuando la ocasión ya era manifiesta. Penalti y segunda tarjeta para el central madrileño. Igor se encargaría de materializar la pena máxima. El 0-1 ponía todo a favor cuando peor estaba jugando el Pontevedra.

Reaccionó el Alcorcón desde el banquillo casi a la desesperada, pero el mayor aliado para la remontada, al margen de la inocencia de los jugadores granates a la hora de leer el partido, acabó siendo el colegiado castellano leonés, quien, quizás con remordimientos por el gol visitante, intentó compensar mandando a la caseta a Víctor y Luciano de manera prematura.

Los minutos finales fueron de acoso y derribo a la meta del francés Bonis, hasta que Nevado, tras un barullo en el área, materializó un empate al filo del noventa que llevó la justicia al electrónico.