El Sevilla se despide de Juande goleando al Valencia

Colpisa

DEPORTES

El equipo de Jiménez recupera sus mejores señas de identidad y se comió a un Valencia menor.

29 oct 2007 . Actualizado a las 00:59 h.

El gran estreno de Manolo Jiménez, con un inapelable y bien trabajado triunfo ante el Valencia, dará estabilidad al Sevilla porque permitirá que Juande sólo sea un recuerdo. En un duelo duro y trabado en el que saltaron chispas, los hispalenses jugaron siempre con una marcha más y demostraron que no han sentido el golpe en el banquillo. Se comieron a un rival en el que se ve que no hay buena sintonía entre los jugadores y el banquillo. Basta un ejemplo que lo explica todo: el debutante Crespo, un canterano del Sevilla Atlético, redujo a la nada al afamado Joaquín.

Había mucho en juego entre dos rivales recios. La victoria valía algo más que tres puntos y la tensión fue máxima desde el primer momento. No se había cumplido el primer minuto y Alves ya tenía que ser atendido de un golpe en el tobillo. Después, Kanouté sufría un coscorrón. Encontronazos, faltas, protestas, alguna pierna que sale a destiempo, como la que le dejó Adriano a Albelda, y futbolistas que exageran sus caídas para calentar aún más el ambiente. Entre ellos Jesús Navas, un extremo maravilloso al que le sobra teatro.

Otros, como Palop, no encuentran reparo alguno en irse a protestar hasta pasado el centro del campo. El abrazo sentido que le dio en los prolegómenos Quique Sánchez Flores al debutante Jiménez fue el único gesto amistoso de la noche. Enseguida comenzaron las hostilidades. Y pronto, en su primera llegada, el Sevilla golpea en la diana. Una pase sin aparente peligro de Luis Fabiano lo convierte en oro el impagable Kanouté, tras un inmenso regalo del internacional Albiol. Ese extraño tanto marcó el partido, ya que al Valencia le obligaba a cambiar su guión contragolpeador y al Sevilla le daba alas tras unos días de gran agitación. La garra, la anticipación, la presión y el orden de los hispalenses hizo aún más previsible el lento discurrir de los valencianos, incapaces de llegar con peligro en toda la primera parte.

Quique había dejado en la grada a Silva y en el banquillo a Morientes, a pesar de la lesión de Villa. Pensó que Zigic y Arizmendi formaban una propuesta ofensiva de altura, no sólo por la estatura, pero se equivocó. Tanto que en el descanso los reemplazó por 'El Moro' y el reaparecido Vicente, lejos de su mejor forma y con el temor lógico en el desborde y la arrancada.

El Sevilla, ciertamente, tampoco inquietó al alemán Hildebrand, titular a cuenta de los errores de Cañizares. Entre tanto lío y tanto que pitar, menos mal que Daudén y su asistente acertaron, al filo del descanso, al anular un gol de Poulsen por fuera de juego previo del gran danés.

En la reanudación mejoró ligeramente el Valencia, pero no lo suficiente como para poner en riesgo el triunfo local y descomponer a un inmenso Keita. Un cabezazo de Alexis -había entrado por un Marchena renqueante- que no vio puerta, fue la única posibilidad. El partido quedó sentenciado con el zurdazo de Poulsen después, de varios centros consecutivos, y una obra de arte con la rúbrica de Luis Fabiano.

Sevilla: Palop, Alves, Fazio, Drago, Crespo, Navas, Poulsen, Keita, Adriano (Diego Capel, min. 60), Luis Fabiano (Koné, min. 88) y Kanouté (Renato, min. 80).

Valencia: Hildebrand, Caneira, Albiol, Marchena (Alexis, min.

60), Moretti, Joaquín, Albelda, Baraja, Angulo, Arizmendi (Vicente, min. 46) y Zigic (Morientes, min. 46).

Árbitro: Daudén Ibáñez (Col. Aragonés). Mostró amarilla a Caneira, Palop, Albelda, Joaquín, Marchena, Luis Fabiano, Morientes, Vicente.

Goles:

1-0, min. 9: Kanouté se aprovecha de un error de Albiol.

2-0, min. 73: Poulsen agarra un duro zurdazo tras varios centros y rechaces.

3-0, min. 85: Luis Fabiano culmina una gran jugada.