Un Ourense sin pólvora mantuvo el empate tras la reacción del Atlético B

OURENSE CIUDAD

Los rojillos dominaron el primer tiempo para desfondarse tras el descanso y ceder metros a su adversario

10 sep 2007 . Actualizado a las 17:24 h.

El segundo empate sin goles en O Couto no tuvo mucho que ver con el del estreno liguero, ya que frente al Atlético B mostró más determinación e incluso buenas dosis de ambiciones, mientras le duraron las fuerzas. Aún así, terminó sufriendo lo suyo en defensa para frenar la réplica del filial.

Las primeras evoluciones sobre el terreno de juego bastaron para marcar la pauta de la iniciativa rojilla, sobre todo gracias al empeño de David de superar a su marcador en la banda izquierda y en esa franja se fraguó la primera gran oportunidad de los locales, cuando Jaime disparó con intención y Bernabé envió a córner.

Los colchoneros no eran capaces de salir con el balón controlado y sólo planteaban peligro en las galopadas de Batres y Solabarrieta en los pases largos, pero era la dupla portuguesa de los anfitriones la que anotaba ocasiones claras al filo de la media hora, con Azevedo rematando en carrera un disparo que se marchó cruzado, rozando el palo y con Álvaro firmando un eslalon en el que dejó atrás a dos zagueros para entregarle el esférico por el centro al meta visitante.

Los atléticos comenzaron a mostrar sus garras en los lances de estrategia el colegiado fue condescendiente con Aloisio, cuando el melillense derribó dentro del área al incordiante Batres, pero el mando seguía siendo de los ourensanistas, con un punto culminante en la enésima incursión por la izquierda, que Álvaro remató franco, pero tan lento en su ejecución, que omnipresente Bernabé se le echó encima y logró rechazar su golpeo.

Con este caldo de cultivo el gol del Ourense parecía un objetivo factible tras el descanso, pero una nueva salida impetuosa, en la que Pablo porfió un balón hasta la línea de fondo para tirar a puerta sin ángulo se convirtió en el canto de cisne de los ourensanos, que de modo paulatino fueron perdiendo el control en medio campo.

Tomé intentó remediarlo con la entrada de Yebra, pero los madrileños comenzaron a dominar la pelota y Álex Quillo lanzó el primer aviso en un abrobático remate que se le marchó fuera.

Con un Ourense ya replegado a la fuerza, Tomás se vio obligado a reforzar a un cuarteto defensivo que se desdoblaba con pundonor para cubrir todos los huecos y Taranilla volvió a cobrar un protagonismo, habitual en otras ocasiones pero prácticamente nulo en el primer período. El guardameta voló para despejar primero un envenenado remate de Batres y, poco después, otro tiro de Quillo que detuvo en un alarde de reflejos. En ambos casos, las jugadas partieron otra vez de la estrategia, porque los rojiblancos aún cercando a sus rivales no terminaban de desarrollar un fútbol fluido.

Además, la escuadra rojilla tampoco arrojó la toalla y, aunque su fondo físico dejó mucho que desear, siguió defendiéndose con loable anticipación y forzó la máquina en los últimos minutos, pese a que a estas alturas su único recurso era el de colgar balones a la olla, si bien su gran opción de quedarse con los tres puntos llegó en una indecisión de la defensa forastera, en la que Jaime se adelantó por velocidad, pero tan justito de fuerzas que su zapatazo se quedó en las manos del cancerbero.