Un penalti transformado por Iván Pérez dio al filial su séptimo punto en tres jornadas
10 sep 2007 . Actualizado a las 17:26 h.«El equipo está creciendo y la suerte es que lo estamos haciendo con puntos». Esta frase de Tito Ramallo resume un Deportivo B-Villa Santa Brígida jugado a tirones, casi entre el bostezo y la taquicardia. El entrenador deportivista presume del buen arranque de competición de sus futbolistas. Con un once similar al que ascendió hace casi tres meses (las únicas novedades son Lauren y los retornados Pita e Iván Carril), no sólo alimenta sus ilusiones de permanencia, sino que se cuela en las posiciones que darán opción al ascenso allá por el mes de junio. Por ahora es tercero... Y que les quiten lo bailado.
El duelo premió las virtudes del filial, capaz de llevar el mando del juego y mantener una intensidad alta durante todo el partido. Ensamblado en torno al talento de Iván Pérez, a quien sólo le faltan unos centímetros más de altura para que la categoría se le quede pequeña, los destellos del mediapunta bastaron para hacer temblar a la defensa rival. Firmó la mejor acción del partido, con un pase medido que Aridane (quien dejó en el banquillo a Rubén Rivera) estrelló en el palo ante la salida desesperada de Javi Ortega.
Además, como contra el Celta B, Iván sigue enganchado al gol desde el punto de penalti. En el minuto 70, un error del central visitante Álex, que pifió clamorosamente en un control, sirvió para que Aridane se llevase el balón y, cuando entró en el área, el defensa canario lo agarró y lo derribó.
Gol anulado
El tanto, sin embargo, apocó al filial, que se echó atrás. La marcha de un gris Iván Carril aumentó la sensación de peligro del rival, pues dejó solo a Juachi en la banda izquierda, por donde el Villa Santa Brígida cargó sus ataques. El Dépor B pudo pagarlo caro, si el árbitro no hubiera anulado el empate. Una falta botada por el cuadro canario fue peinada en el centro del área y Álex, en el segundo palo, remachó a la red. El árbitro, a instancias de su asistente, señaló fuera de juego en medio de las protestas visitantes.
La Liga comienza a lo grande en Abegondo: sólo un gol en contra, siete puntos y la tercera plaza de la clasificación. Ramallo tiene claro el margen de mejora: «Nos falta darle un punto de serenidad, que no lentitud, al juego. Hay que seguir trabajando». El partido del próximo fin de semana en San Isidro (Tenerife) puede convertirse en el de la confirmación.