Un reventón de Hamilton coloca a Alonso a cinco puntos del liderato

DEPORTES

27 ago 2007 . Actualizado a las 09:42 h.

Una ley invisible domina la fórmula 1: el Mundial siempre reembolsa los puntos que se pierden de forma injusta. Uno de sus episodios más sonados sucedió hace un año cuando Alonso fue sancionado en Monza «por interceptar a Massa» en la calificación. La FIA le castigó y Schumacher lo aprovechó para alcanzarle en el liderato. Pero la ley invisible detuvo el motor del alemán cuando éste encaraba la victoria en Japón semanas más tarde.

Hamilton descubrió ayer la implacable ley. Casi un mes después de reclamar el favor de la FIA para hacerse con la pole position en Hungría y sancionar a su compañero, la justicia reapareció en forma de reventón de rueda en el monoplaza del británico, que cedió dos puestos con respecto a Alonso. Éste tiene ahora el liderato a cinco puntos y con cinco grandes premios por delante.

Pero mientras en McLaren se reparten codazos, Ferrari ha dado con un gran monoplaza para encarar la definitiva recta final. En la salida, Massa defendió la pole sin problemas, mientras Raikkonen usurpaba el segundo puesto a Hamilton. Unos metros más atrás, de forma inexplicable, Alonso cedía su sitio a los dos BMW. Ésa fue su lucha en el primer tercio de carrera. Por suerte, tanto Kubica como Heidfeld repostaron antes que el asturiano y éste pudo recuperar su cuarta posición, pero después de sufrir un hueco de casi medio minuto con respecto a la cabeza de carrera, liderada siempre por Massa. El brasileño y su compañero Raikkonen mostraron un plus de potencia sobre Hamilton, el único perseguidor que apenas inquietó en la estrategia.

Kimi Raikkonen se acercó tanto a Massa que cupieron dudas sobre el vencedor final, pero Ferrari obligó al finlandés a entrar primero en boxes, como estaba previsto, lo que permitió al brasileño sacar algunas décimas vitales para mantenerse en el primer puesto. Cuando Alonso sumaba mentalmente un punto más a los siete en que le aventajaba Hamilton, éste sufrió un reventón en su rueda delantera derecha, fruto de las pasadas de frenada que aplanaban la goma. Faltaban 16 vueltas para el final y el asturiano presenció, como en su día a Schumacher en Japón, los problemas de Lewis. Heidfeld se colocó entre los dos McLaren beneficiando así a Alonso, que recortaba dos puntos y disfrutaba de un podio inesperado.

Esa ley silenciosa también se conoce como la suerte del campeón.