Un enamorado de España y de la gastronomía gallega

Miguel Anxo Fernández

CULTURA

07 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«España es un país para hacer películas porque tiene infraestructura y todo tipo de paisajes. Hay mar, desierto, montañas y, lo más importante, los intérpretes españoles hablan inglés y los técnicos son muy profesionales», eso dijo Heston en 1999, durante su última visita a España, y más concretamente a Galicia, para rodar una serie sobre el Camino de Santiago. Sabía de lo que hablaba. Vino por vez primera cuando Samuel Bronston lo contrató en 1961 para rodar con Anthony Mann El Cid y encarnar a Rodrigo Díaz de Vivar, uno de sus personajes carismáticos. Volvería dos años después para la accidentada 55 días en Pekín, con Nicholas Ray. Insistió en 1969 para unos pocos exteriores de la olvidable El asesinato de Julio César . En 1973 se estrenó como director en la irregular Marco Antonio y Cleopatra , también con filmación española. En sus espléndidas y amenas Memorias (Ediciones B, 1997) relata estos apasionantes rodajes. Ya convertido en guest star , regresó en 1999 para encarnar a un viejo profesor en la tv movie Camino de Santiago . Residió en el compostelano Hostal de los Reyes Católicos durante varios días de agosto, repartidos entre el rodaje, la gastronomía gallega (sobre todo pescado y solomillos, regados con albariños y riojas), actos protocolarios (firma en el Libro de Oro de la ciudad) y controles médicos (tres años después anunciaría su alzhéimer).