La OTAN reconoció ayer que llevó a cabo un bombardeo contra lo que consideraba un «centro de comando y control» del régimen libio en Surman, y que Trípoli calificó de viviendas. Al parecer, en la acción murieron quince personas, entre ellas cinco niños y tres mujeres.
Horas antes, la OTAN había dicho que no había intervenido en esa zona, pero rectificó tras obtener nuevas informaciones de los mandos militares. Según Trípoli, el ataque habría tenido como objetivo la residencia de Hemidi Juildi, un antiguo compañero de armas de Gadafi, y cuya mujer es una de las víctimas.
El domingo, el Ejecutivo libio acusó a la Alianza de haber matado a nueve personas en un barrio de la periferia de Trípoli. Horas más tarde, la OTAN reconoció el error. El sábado admitió haber bombardeado por error un convoy de rebeldes cerca de Brega, y que mató a seis personas.