La noticia de que un juez daba la razón al Ayuntamiento y ordenaba el desalojo inmediato, en un plazo máximo de diez días, de nueve de los 33 chabolistas que aún resisten en Penamoa fue recibida por los responsables municipales con satisfacción, aunque en María Pita se espera a la finalización del proceso judicial, prevista para el próximo mes, antes de dar por cerrado el caso.
Ayer, la junta de gobierno municipal tomó conocimiento de dos sentencias del Juzgado de Primera Instancia número 5, en la que se constata que ninguno de los residentes en Penamoa demandados por el gobierno local fue capaz de acreditar ningún título de propiedad sobre las fincas que ocupan.
Las sentencias, que pueden ser recurridas en apelación, afectan a nueve infraviviendas. Con la decisión de llevar ante los tribunales a los residentes en Penamoa que no han querido sumarse al Plan de Integración, el Ayuntamiento, insistieron los responsables municipales, «cumple su compromiso para erradicar las infraviviendas del poblado».
«Respeto absoluto»
Silvia Longueira insistió ayer varias veces en el «respeto absoluto a las decisiones de los jueces» y reconoció que si bien los juicios para los desalojos de Penamoa habían comenzado hace varias semanas «hemos preferido guardar silencio absoluto para el trabajo de los jueces, porque también nosotros habíamos pedido que nos dejaran trabajar». Indicó que durante dos jornadas se habían celebrado los juicios conjuntos «y quedan algunos más para diciembre».
Para la responsable de Asuntos sociales «este es un proceso duro en el que desde el primer momento intentamos que no existiese violencia ni administrativa (porque hay administraciones que sí la ejercen) ni física» y expresó su deseo que el proceso concluyera así.
Longueira detalló que el Ayuntamiento había tramitado 16 expedientes ante el juzgado, que eran sobre los que había sentencia. Esta decisión «nos da la razón y por lo tanto los afectados deberán marcharse». De todos modos, apuntó que dichas sentencias son recurribles y detalló que algunos de los afectados ni siquiera habían acudido al juzgado.
Durante esta semana se han producido varios derribos más de chabolas en Penamoa, según afirmó la concejala, que detalló asimismo que se ha dado algún caso de familias que en un principio se habían adscrito al plan de realojos «y luego se negaron». De todos modos, son ya 70 las familias realojas, «algunas ya no necesitan acompañamiento» y otras dos «están a la espera de una vivienda normalizada».
Más de 230 personas
El plan de erradicación del chabolismo en el asentamiento de Penamoa se ha acelerado en los últimos meses, con motivo de la necesidad de obtener el suelo necesario para poner en marcha el tramo correspondiente de la tercera ronda, aunque el trabajo de los técnicos municipales del área de Servicios Sociales se remonta a más de un lustro.
De hecho, el Ayuntamiento ha conseguido demoler casi un centenar de infraviviendas de un núcleo que empezó a levantarse a mediados de la década de los ochenta, debido al traslado de los ocupantes de la parcela de la Cubela.
Desde entonces, han sido más de setenta familias y unas doscientas treinta personas que se han insertado socialmente con la ayuda del Ayuntamiento.