La septuagenaria María Mercedes Díaz apareció muerta en su casa del barrio de Adormideras, en el número 23 de la calle Juan Sebastián Elcano. Un vecino que sabía que la mujer residía sola, alarmado tras haber pasado varios días sin verla, decidió llamar a la Policía Local, que se personó en el domicilio de la fallecida, junto a una dotación de bomberos, poco después de las una de la tarde.
Al no contestar al timbre y carecer de llave para entrar al domicilio, los bomberos accedieron a este por el patio de luces, teniendo que pasar por una ventana. Allí descubrieron el cuerpo muerto de la anciana. Los agentes de la Policía Local entraron y comprobaron la muerte. Poco después, en torno a las tres de la tarde, agentes de la Policía Nacional los relevaron confirmando que no existían signos que hicieran pensar en una muerte violenta, por lo que lo más probable es que el fallecimiento se produjese por causas naturales
Sin noticias
Aunque no se tratase de una vecina que mantenía mucha relación con los vecinos, ayer al ver el revuelo y enterarse de la noticia, los residentes en la zona coincidían en que hacía tiempo que no se cruzaban con ella.
Por otra parte, el buzón de su domicilio estaba a rebosar de correspondencia atrasada. La policía científica se desplazó a la vivienda por la tarde y, poco después, se levantó el cadáver.