La imagen de los profundos cambios sociales transformados en la Galicia de los últimos años puede visionarse desde el viernes en el Museo do Pobo Galego, de Santiago, a través de la exposición (m)2, del fotógrafo coruñés Xosé Abad.
Gracias a las imágenes de ocho madres y ocho hijas (entre ellas, dos carballesas), y de un audiovisual realizado por Sandra García Rey, el público podrá ver el retrato del cambio social, concretamente de la mujer, que se ha dado en un país que, en poco tiempo, pasó del carro romano a las nuevas tecnologías. Un retrato, como señala Abad, «de algo que estaba sin retratar», de una «transformación casi revolucionaria a la que estamos asistiendo».
Abad revela ese salto plasmando el tránsito entre dos generaciones, «de unas madres casi invisibles, que trabajaban en unas condiciones casi sin derechos, a unas hijas que, gracias a su esfuerzo y a los cambios democráticos, han podido acceder a puestos tradicionalmente ocupados por hombres».
Fotógrafo y documentalista, Xosé Abad considera que con esta muestra toca un tema «muy interesante, que «estaba sin contar». Y prueba del interés de la muestra es que, según el artista, «está funcionando bien, sorprendiendo cuando se evidencia el hecho de estos cambios en dos generaciones; en el tránsito de la madre campesina de cuatro vacas a la hija que tiene una de las mayores cooperativas ganaderas, premiada en Europa, o de la madre que trabajaba de conservera a su hija que hoy es bombera», explica refiriéndose al caso de María Jesús Vilariño Díaz, trabajadora del Parque Comarcal de Bomberos de Bergantiños -y primera mujer cabo de este cuerpo en Galicia-, y de su madre, Julia, operaria de una conservera.
Las mujeres son mostradas «con el cuidado de la luz y el entorno, para conseguir que enfrenten su mirada a la tuya y meterte en sus vidas», añade.