Asunción Botana Bota, la octogenaria que reclamaba una ducha para su vivienda, falleció este martes como consecuencia de la patología cardíaca que arrastraba desde hacía años.
Asunción residía en la casa que le cedió la esposa de José Antonio Pombo Rojo, uno de sus nietos con amplio historial delictivo, que se encuentra en prisión. Carecía de algunos servicios básicos y el pasado día 21 pedía en La Voz que alguna institución la apoyase para acabar de acondicionar su cuarto de baño.
La mujer, de 86 años de edad, llevaba 22 años viviendo sola. Su marido se murió con 45 años y de los siete hijos que tuvieron solo le quedaban dos. Tres de ellos fallecieron también por enfermedades de corazón y los otros, como consecuencia de accidentes de tráfico.