PSOE, BNG y Portos de Galicia llevan tiempo pidiendo a Madrid que acceda a modificar esa actuación
28 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Al final parece que tienen razón esos noieses que dicen que, en su municipio, los grandes proyectos dan vueltas y vueltas y nunca llegan a traspasar el papel. Resulta que el Estado, hasta ahora, parecía dispuesto a luchar a brazo partido por sacar adelante la regeneración de la ría de Noia tal y como la había planteado, es decir, retirando la escollera. Y eso que la Xunta y los grupos de la oposición en el municipio -es decir, BNG y PP- mostraron su disconformidad con este asunto. De hecho, fruto de esta circunstancia, la Administración central inició los trámites para recuperar la titularidad de los terrenos de la escollera, transferidos en su día a la comunidad, para poder actuar libremente. Sin embargo, parece que las tornas ya cambiaron, y que desde Madrid no descartan modificar el proyecto que antes tanto se defendía.
Quien habló de este asunto ayer no fue un cargo cualquiera del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, sino la número uno del departamento, la ministra Elena Espinosa, que visitó la isla de Sálvora. Primero dijo, en alusión a la oposición de la Xunta al proyecto del Estado para regenerar la ría: «Houbo un período de información pública, no que houbo absoluta transparencia». Con estas palabras, parecía que a continuación diría que la Xunta pudo reclamar en ese momento y que el Estado seguiría adelante con su plan de obra.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. A continuación, señaló lo siguiente: «Temos unha reunión coa Xunta para tratar de enfocar o proxecto doutra maneira». Luego, matizó un poco sus afirmaciones: «Temos esa reunión fixada dende o mes de xullo para ver cal é o camiño a recorrer. Non podemos dicir o que imos facer ata que manteñamos ese encontro».
Los plazos
La ministra no habló ayer de plazos, ni mucho menos. De hecho, ni siquiera desveló en qué fecha se celebrará esa reunión. Sin embargo, si el proyecto da un giro, habrá que ir pensando en que las obras de regeneración no se harán en un futuro inmediato, sino que primero habrá que trabajar duro sobre el papel.