Velo abrió fuego tanto contra el gobierno local como contra el PP e incluso criticó la labor de la interventora
22 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Cuando los plenos duran cuatro horas seguidas, parece lógico que los concejales se ausenten momentáneamente para acudir al servicio o hacer alguna llamada de teléfono. Cosa distinta es lo que sucedió anteayer en Boiro. En medio de un debate que solo puede calificarse de tedioso, ocho ediles llegaron a estar fuera del salón noble a la vez. No es que se levantaran todos juntos, pero fueron haciéndolo uno tras otro y, en cuestión de minutos, en los escaños del PP, BNG y PSOE sobraban asientos libres. Solo los dos puestos de ICB estaban ocupados, quizás, porque era Manuel Velo el que estaba hablando.
La situación llegó a ser tan extraña que el ex alcalde decidió zanjar su turno de intervención. «Xa falarei despois, na próxima quenda», comentó Velo. Y es que, aunque algunos de los ausentes enseguida regresaron a sus asientos, otros distintos se levantaron; volviendo a quedar sillas y más sillas libres. Al percatarse de la situación, el regidor, Xosé Deira, le preguntó en voz baja al secretario: «¿Seguimos tendo quórum?».
Menos crispación
En realidad, cuando los concejales decidieron darse un respiro, la sesión había tomado un cariz bastante plomizo. Y eso que los asuntos a debatir no eran menores. De hecho, en el momento en el que se ausentaron las ocho personas, se estaba dando luz verde al proyecto para ampliar el cementerio de Vista Alegre -un plan que tendrá que revisar la Xunta-. Pero, pese a la enjundia de los temas, anteayer parecía que había más calma chica que en otras ocasiones. Por ejemplo, aunque el PP sí le dio tirones de oreja al ejecutivo en ciertos momentos, no lo hizo con la crispación de anteriores sesiones. De hecho, tanto el asunto del camposanto como otros se aprobaron por unanimidad. Igualmente, con el consenso de todos, se le dio para adelante a una moción popular que pedía mejoras en Vista Alegre.
Aún así, quien sí estuvo muy crítico -tanto con los asuntos del orden del día como con un sinfín de cuestiones- fue Velo. El edil tuvo reproches para el gobierno y abrió fuego contra el PP, al que llegó a acusar de estar «en cambalache» con el ejecutivo. Incluso, criticó el hecho de que la interventora entablase un diálogo con Dieste para aclararle unas cuestiones.