Los daños en el Puerto de Vilagarcía, valorados en 600.000 euros, se sumaron a los viales y las calles cortadas
15 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El pánico se apoderó de los arousanos a las dos de la madrugada de ayer, cuando vientos huracanados que en algún momento superaron incluso los 160 kilómetros por hora comenzaron a levantar tejados, arrastrar contenedores, tirar árboles y tumbar farolas. En Vilagarcía, en Cambados, en O Grove y sobre todo en A Illa, el miedo a perder las casas y los barcos, sin poder hacer nada más que otear entre la oscuridad y el ruido del viento, llevó a los vecinos de la comarca a asegurar, en la resaca de la mañana siguiente, que «foi o peor temporal que vin nunca, pasei máis medo que co Hortensia», decía uno de los marineros que a las dos de la madrugada rezaba en O Xufre para que no fuese su embarcación una de las muchas que se estrelló sobre las piedras del paseo.
Objetivo: la flota de A Illa
Los fuertes vientos que soplaron entre las dos y las cuatro de la madrugada arrasaron con lo que se encontraron por su paso: una docena de gamelas, planeadoras y dornas en A Illa, cuatro barcos bateeiros destrozados en Lagartiño, embarcaciones a la deriva en O Grove, árboles centenarios que cayeron en A Toxa, carreteras cortadas por graves fallos estructurales en Vilagarcía y Catoira, marquesinas destrozadas en Valga, tejados que dejaron salones al descubierto, contenedores que volaron...
A falta de una valoración real de los daños, de momento se puede adelantar que fueron millonarios. Los invernaderos de las cooperativas hortícolas quedaron destrozados, no solo por la rotura de los plásticos, sino también por el derribo de sus estructuras, por lo que se perdió toda la producción de pimientos para la temporada y de otros productos. En el Puerto de Vilagarcía se valoraron los daños en 600.000 euros. Los más graves se registraron en la carretera de Canelas, en el destrozado muelle de Pasajeros y en el puerto deportivo.