El cambio de ubicación de las instalaciones requiere un plazo de cuatro a seis años para ser encauzado
29 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.«A la vista está que la ubicación actual de Megasa no es la idónea; en el ánimo de todos está el traslado de las instalaciones, nos moveremos seguro, pero esto requiere un tiempo y lo que le pedimos a la gente es que tenga un poco de paciencia». Con estas palabras, el futuro director de la planta de As Carolinas, Pascual Arcos, confirmaba ayer que la operación de compra de Metalgráfica Gallega S. A. a manos de la multinacional holandesa Impress prevé el cambio de ubicación de la histórica fábrica vilagarciana, hoy subsumida prácticamente en el centro urbano por el crecimiento de la ciudad.
De cuatro a seis años. Este es el plazo que, como mínimo, requerirá que una intervención de esta envergadura se vea encauzada. Vilagarcía cuenta con un precedente en el que mirarse a este respecto. La primera vez que se habló del traslado de Lantero corría el 2001; el pleno dio el visto bueno a la operación urbanística asociada a este proyecto en octubre del 2004; y solo ahora, ocho años más tarde, la construcción de la nueva factoría de O Pousadoiro entra en su fase final. El cálculo de Impress es, por lo tanto, razonable.
Arcos, que ha desarrollado buena parte de su actividad profesional reciente en Galicia y conoce perfectamente el entorno empresarial de Vigo, quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a la plantilla. Por el momento, no hay nada decidido en relación con la unificación o no de los 84 trabajadores de la factoría que Impress posee en Meis con los 150 operarios que prestan sus servicios en Vilagarcía. Tampoco acerca de la posibilidad de concentrar la actividad productiva en una sola planta o mantener dos instalaciones independientes. «La gente tiene que estar tranquila, el estilo de Impress no es desembarcar en plan inversión, sino escuchar, aprender y elaborar un plan de futuro desde dentro, conociendo la realidad de Megasa y estudiando la forma de combinarla con la realidad de Impress; la plantilla no es ningún problema», garantiza el directivo.
La seriedad de la multinacional en materia de relaciones laborales es, precisamente, un factor que aporta seguridad a los sindicatos y a los representantes de los trabajadores a la hora de afrontar la venta de Megasa. En cuanto a la producción en sí, Arcos explica que «Vilagarcía hace hojalata y Meis aluminio, por lo tanto estamos ante actividades complementarias, que enriquecen el catálogo de productos de Impress y afianzan nuestra posición en un mercado muy importante y de absoluta referencia: el de la conserva de pescado en Galicia».
Por ahora, en resumen, las dos factorías seguirán funcionando. Y, en el momento en el que se aborde el traslado, el futuro responsable de la planta vilagarciana tampoco alberga dudas: «Las principales empresas del sector se encuentran en esta zona, y este es el ámbito geográfico en el que nos continuaremos moviendo». Siendo esto así, el suelo industrial disponible a medio plazo apunta a O Pousadoiro, Tremoedo, Baión o Meis-Barro.