Las alas de los aviones de Tui empiezan a remontar el vuelo

Volamos gracias a ellos. El director de Utingal, Jesús González López, muestra las alas de un modelo de avión que fabrica la empresa en Tui. Esta compañía de aeronáutica también se dedica a fabricar componentes para la automoción. «Empezamos cuatro chicos» dice humildemente este empresario de Couso (Gondomar) mientras sostiene en sus manos una de las alas de un Embraer 190 que tiene 8 metros de largo pero es ligerísima. Está prohibido fotografiarla para que no copien el diseño.

Utingal empezó en el año 2000 en O Porriño en un taller de 300 metros cuadrados La nave donde se asientan se construyó en el año 2000 pero los empresarios la adquirieron en el 2015. y hoy ocupan 4.000 metros cuadrados en el polígono de Areas, en Tui. La factoría trabaja para grandes grupos multinacionales aeronáuticos como Airbus, Boeing o Embraer o Coasa de Ourense y de la automoción como Volkswagen, Magna o GKN. Para las empresas de aviación realizan componentes muy diversos, desde las alas a las carcasas de los motores. Para el gigante automovilístico alemán fabrican el utillaje para soldaduras. Toda la tecnología para la soldadura que llevan a cabo los robots está diseñada por el cliente y se mecaniza en Tui.

La empresa tiene 54 empleados y «este año hemos contratado a dos personas más. Tenemos también gente en prácticas de la universidad y vamos a fichar a una o dos personas más. Los perfiles que solicitamos son de titulados medios y superiores de formación profesional en mecánica y electrónica. También contratamos ingenieros técnicos y aeronáuticos. La plantilla cuenta con 12 ingenieros y el resto son técnicos y algunos licenciados en Económicas y en Informática. 

Tras una fuerte caída el año pasado, por las restricciones de vuelos y la falta de pedidos, Jesús González López reconoce que tenía mejores expectativas sobre la recuperación de la economía este años. González López, como tantos empresarios, está pendiente del reparto de fondos europeos y quiere que haya reglas claras sobre cómo se van a repartir esos fondos por parte del Gobierno porque hay muchos proyectos y actividades que están parados a la espera de saber si se va a poder contar con dinero suficiente para llevarlos a cabo. Jesús González López dice que el dinero va a venir de golpe y entonces las grandes corporaciones y organismos van a tener que gestionarlo para contratar a otras empresas.

Jesús González López destaca la calidad del capital humano con el que cuenta. «Nuestra gente requiere mucho tiempo de formación. Son lo más valioso. Todos tenemos que retener el talento para que no se marche a otras empresas o al extranjero. A las pymes nos cuesta mucho formar a la gente. El conocimiento se transmite unos a otros». Gracias a este know how, este saber hacer, la empresa resulta tremendamente competitiva . No lo sería tanto por ubicación. «Logísticamente estamos muy mal ubicados respecto a Madrid o a Sevilla donde están los grandes polos de la aeronáutica», relata. A pesar de su situación periférica en la Península, Utingal ha ganado contratos para helicópteros de Airbus. «Hemos ganado una línea de montaje un sistema automatizado de cola para el H-160 y el H-175, dos nuevos helicópteros que van a comenzar a producirse en los próximos meses. La cola se monta en Albacete pero todo el ensamblaje de la aeronave se hará en Francia o Alemania. La cola pesa 700 kilos y la máquina que se diseña en Utingal permite trabajar en toda la cola de una manera óptima. «Hemos querido hacer la mejor máquina para trabajar la cola de un helicóptero. El proyecto empezó en 2019. Estamos con la cuarta unidad y vamos a realizar la quinta». La empresa exporta por ahora a Portugal, Francia, República Checa, Marruecos, Estados Unidos y Abu Dabi.

«En automoción tenemos proyectos con el grupo Audi-Volkswagen»

L.C. Llera

Jesús González López (Couso, Gondomar 1966) hizo maestría industrial en el colegio hogar de los Salesianos en Vigo y luego estudios de informática y administración Su adolescencia fue dura porque cuando tenía 15 años sufrió un accidente de tráfico grave y le tuvieron que operar tres veces de un brazo. Perdió la movilidad parcialmente. Pero ello no ha sido ningún obstáculo para su prolífica carrera profesional. En el mundillo lo conocen como Jesús López.

-¿Cómo está yendo este año?

«Nos pidieron muchos presupuestos pero se están ralentizando los pedidos. Es fundamental que haya movilidad y que la vacunación sea efectiva.

-¿Qué expectativas tiene para el año que viene?

--Son buenas, si todo va bien con las vacunaciones esperamos recuperar casi el nivel conseguido en el 2019, aunque quizás haya una disminución entre un 10 y un 20 % respecto a ese año. En el 2019 llegamos a 4,8 millones y en el 2020 la facturación bajó a 4,6.

-¿Cómo son sus instalaciones?

-Ocupamos 4.000 metros. En la planta baja de taller en el que trabaja en 35 personas y una superior en la que están 19 ingenieros técnicos y personal de administración y economistas. La nave está dividida en una zona para automoción y otra para piezas avionables para diferentes empresas.

-¿Cuáles son los próximos proyectos en automoción?

-Con Audi y Volkswagen hemos terminado un proyecto en febrero para la fábrica de Barcelona y en diciembre haremos otro.