Alcoa se abre «a explorar» alternativas al cierre si son «concretas y realistas»

Dice la dirección de Alcoa que no es cierto que se haya cerrado en banda a escuchar soluciones. Que está dispuesta a «explorar» las «alternativas o propuestas» al cierre de la planta de aluminio de San Cibrao y al ERE de extinción para más de 500 de sus trabajadores. Y lo dice la multinacional por boca de su presidente en España, Álvaro Dorado, en una carta que este ha remitido a los representantes de los trabajadores que negocian el despido colectivo. Ahora bien, aclara la multinacional que solo está dispuesta a «valorar o analizar» las propuestas, vengan de donde vengan, ya sea de las Administraciones o de los trabajadores, si son «concretas y realistas». Y eso, advierte, «a día de hoy todavía no ha ocurrido».

Subraya Dorado en su misiva que «en un escenario en el que la planta de aluminio pierde 1.200.000 euros a la semana, la alternativa no puede ser la única que hasta ahora se ha planteado» por parte de los representantes sindicales en la mesa de negociación del ERE. Una propuesta que el presidente de Alcoa España resume en un «esperar hasta que exista un marco energético competitivo y garantizado».

Recuerda que la empresa lleva «años esperando un marco energético estable y competitivo que nunca llega». Precisa que «el proyecto de Estatuto [para las industrias electrointensivas] conocido a día de hoy es insuficiente y carece de toda garantía o certeza». Y critica el plan presentado por el Gobierno el 23 de junio porque «no tiene concreción y no garantiza un precio competitivo, siendo su aplicación incierta y no asegurada ni para el 2020 ni para años posteriores».

Pero es que, además, aun en el supuesto de que consiguiera solventar el grave problema del precio de la energía, seguiría existiendo otro no menos importante: el de la «sobrecapacidad del mercado de aluminio».

Sale al paso también la multinacional de las informaciones que aseguran que no le interesa vender la planta a un posible comprador porque no quiere competidores. Que lo que pretende es impedir la entrada de otros operadores en el mercado para que se reduzca la producción de alumino primario y conseguir así que se incrementen los precios. Informaciones, dice el presidente de Alcoa que carecen «de toda lógica» y revelan «un claro desconocimiento del mercado del aluminio».

Es más asegura Alcoa que está dispuesta a escuchar posibles ofertas por las plantas, si es que las hay, que lo duda. Y es que no ven posible en la multinacional estadounidense que haya alguien «dispuesto a pagar para adquirir una planta que arroja tal nivel de pérdidas». Amén de que un proceso de venta de estas características «requiere tiempo» y no lo hay.

También defiende en la misiva Dorado la decisión de la empresa de parar las cubas, algo que le afea el comité de empresa porque supone paralizar «el corazón de la fábrica». Argumenta Alcoa que estima que el coste de reanudar las cubas «se encontraría en un rango de entre 30 y 40 millones de dólares», «notablemente inferior a las pérdidas que, a día de hoy, genera la planta de aluminio en un año». Y emplaza al comité a seguir negociando.

La multinacional reduce un 51% sus pérdidas

En un entorno tan complicado como el que describe Dorado en su carta, la multinacional, el mayor productor estadounidense de aluminio, sigue perdiendo dinero. Pero, menos que hace un año. Así lo desvelan las cifras publicadas ayer. En el segundo trimestre del ejercicio ha logrado reducir los números rojos a 197 millones de dólares (172 millones de euros). Un 51 % respecto a los 402 millones de dólares del mismo período del 2019. «A pesar de las difíciles condiciones del mercado, nuestro equipo ha reducido los costes, ha aumentado la producción, ha mantenido envíos estables y ha mejorado nuestro balance», resumió Roy Harvey, su máximo ejecutivo.