El festival del emigrante de San Miguel fue seguido por unas 500 personas a pesar de la lluvia incesante
A MARIÑA
El Festival Folclórico Internacional do Emigrante llegó este año a su vigésimo octava edición y, como es habitual, destacó por la calidad de los grupos participantes. La lluvia fue el gran enemigo del evento y frustró de manera notable la enorme afluencia que tiene siempre esta cita que organiza el colectivo O Arco da Vella como homenaje a la gente de la emigración. Con todo, unas quinientas personas aguantaron las inclemencias del tiempo y siguieron las actuaciones de los grupos.
Venían como invitados el conjunto artístico Maraguán, de Cuba; el grupo estatal Mari-El, de Rusia y Fermento, de Valdepeñas. También subió al escenario el grupo organizador, O Arco da Vella, que interpretó l Muñeira de Queimadelos; la pandereitada de Baldaio, el maneo de Calvos, la moliñeira e jota de Coro de Rau y la jota e muiñeira de Guin, que estrenaban para la ocasión.