Anoche los cerqueros volvieron a rastrear la costa mariñana en busca de unos bancos de sardinas que parecen escurrir el bulto. Al contrario que el chicharro, esa especie parece escasear justo cuando su demanda aumenta. Todo por la proximidad de la noche previa al San Xoán, cuando se acostumbra a saborear ese pescado asado en brasas alrededor de las hogueras. En ese escenario, calidad y cantidad marcan unas cotizaciones que tienden al alza. De hecho, ayer mismo el kilo de sardinas ya se vendía a más de tres euros en pescaderías.
En lo que va de mes, la sardina brilló por su ausencia en las lonjas mariñanas. Alberto Rey, patrón de un cerquero de Foz que suele operar en Burela, confirma que frente a la costa mariñana no están localizando sardinas. De hecho, asegura que la noche de anteayer fue la más fructífera, como lo prueba que por primera vez un barco lograse capturar el cupo máximo, 7.000 kilos. Vendió en Burela, junto a otros tres, que en conjunto descargaron 19.975 kilos. No eran de los mejores ejemplares y eso se notó en los precios: un mínimo de 0,48 y un máximo de 1,98 euros el kilo. El miércoles se subastó menos cantidad en la lonja burelense, de ahí que se cotizase entre 1,2 y 2,4 euros el kilo.
Buena prueba de la escasez es que anteayer se vendieron en la lonja de Celeiro 6.924 kilos de sardina, que se pagaron entre 0,62 y 0,72 euros el kilo. Ayer se subastaron menos kilos, 4.668, lo que se dejó notar en las cotizaciones: un mínimo de 1,4 y un máximo de 1,6 euros el kilo. En todo caso, no desorbitados.