¿Se puede vivir sin bares, sin restaurantes y sin terrazas? Se puede, no queda otra. Pero ayuda lo suyo tener un parque como el de la Praza Maior de Lugo para disfrutar de la charla o el café al sol de un tardío veranillo de San Martín. Y sino que se lo digan a todos los que este mediodía invadían el lugar.
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El sol de este tardío veranillo de San Martín anima a ocupar la calle. Y a falta de terrazas...ALBERTO LÓPEZ
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El parque presentaba un aspecto mucho más concurrido de lo habitualALBERTO LÓPEZ
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Para tomar el café -comprado en cualquiera de los bares y cafeterías de la zona- o para charlar, los bancos se han convertido en las nuevas terrazasALBERTO LÓPEZ
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De pie o sentados, la plaza se ha convertido en el nuevo lugar de socializaciónALBERTO LÓPEZ
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Salvo contadas excepciones, casi todo el mundo cumplía con las medidas de seguridad ALBERTO LÓPEZ
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Las ganas de disfrutar del sol no entienden de edadesALBERTO LÓPEZ
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Salvo contadas excepciones, casi todo el mundo cumplía con las medidas de seguridad ALBERTO LÓPEZ
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El parque presentaba un aspecto mucho más concurrido de lo habitualALBERTO LÓPEZ
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Las ganas de disfrutar del sol no entienden de edadesALBERTO LÓPEZ
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Una de las consecuencias más visibles que ha traído consigo el cierre de la hostelería ha sido el florecimiento del café callejeroALBERTO LÓPEZ
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Por momentos se podía conseguir algún banco libre, pero en torno al mediodía no era tarea fácilALBERTO LÓPEZ
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Las charlas a distancia se han convertido en un clásico de los encuentros callejerosALBERTO LÓPEZ