El estudio A-cero crea un yate de lujo a partir de un atunero

SOCIEDAD

Joaquín Torres traslada su arquitectura minimalista y de vanguardia a un barco de recreo de 70 metros de eslora

03 jun 2008 . Actualizado a las 15:17 h.

«Lo más difícil en esta profesión es tener un nombre, después te llaman para cualquier cosa». Así explica Joaquín Torres, director del estudio coruñés A-cero, su último encargo: transformar un barco atunero de 70 metros de eslora en un yate de lujo. La idea partió del propio promotor, un cliente madrileño que deseaba un diseño vanguardista de líneas claras, acorde con el trabajo que desarrolla A-cero.

El programa del nuevo yate incluye un área para la tripulación con ocho camarotes, zonas comunes y cuarto de máquinas en el nivel inferior; seis suites con baño privado, salón, comedor, cocina, solario, sala de estar exterior y piscina en el nivel de cubierta, y dos suites más con baño privado en el nivel del puente de mando. Además, cuenta con gimnasio, spa y sala de proyecciones.

«La estilizada imagen del yate -indican desde el estudio- es fruto de la traducción del estilo y los principios de diseño del estudio a la arquitectura naval: distribución funcional, geometría precisa, volúmenes puros, formas escultóricas esbeltas y una aproximación minimalista».

Torres, que ya había realizado un proyecto de interiorismo para otro yate de 40 metros, trabajó esta vez junto a ingenieros navales. «El lenguaje arquitectónico es parecido. Es igual que si diseñas un coche, pero no cuentas con la formación técnica», señala.

Para aprovechar el espacio se ha optado por eliminar los elementos superfluos y dar preferencia al color blanco y los tonos claros en los acabados, así como al uso de materiales de gran calidad, como las maderas naturales, y de última generación, como la fibra de carbono. El presupuesto del barco, equipado con sistemas de navegación de última tecnología, supera los 30 millones de euros. Para construirlo se barajan un astillero gallego y otro de Chile, y se espera que esté acabado en tres años.