La cultura vence al precinto policial

OURENSE

Horas antes de la decisión municipal, la Agrupación Cultural decía sentirse víctima de una persecución

15 ene 2010 . Actualizado a las 10:49 h.

El café cultural Auriense resiste contra viento y marea. Sentencias judiciales, precintos policiales o la crisis económica no parecen enemigos suficientes para uno de los bastiones culturales de la ciudad. Con un bagaje de ocho años a sus espaldas, el local de la plaza del Correxidor seguirá prestando sus cuatro paredes para todo tipo de expresiones culturales. Conciertos, exposiciones, recitales poéticos o actos reivindicativos se seguirán sucediendo como en el último año, cuando se programaron 130 actos culturales.

El precinto policial del pasado viernes no cogió a nadie de sorpresa. Era la consecuencia última de un largo proceso judicial contextualizado en una batalla en la hostelería ourensana. De un lado los bares del casco histórico y de otros los bares especiales (pubs), que reclamaban el cierre de los locales por no acogerse a su licencia. La decisión del Concello de Ourense, a instancias de un fallo judicial, de cerrar el Auriense puso en pie de guerra a la cultura ourensana, que se movilizó con rapidez para exigir su reapertura.

La presión social dio ayer sus frutos y la junta de gobierno local ordenó el desprecinto del café cultural Auriense. Según explicó la concejala de Urbanismo, Áurea Soto, la orden de apertura, que se hará efectiva en las próximas horas, queda supedita a que el establecimiento adecúe su actividad a la licencia de café bar. «Se realizarán inspecciones para comprobar que se actúa conforme a la legalidad. De no ser así se expone a una sanción de cierre de más de dos años», explicó la edila socialista.

La historia moderna del café cultural Auriense surgió en el 2001. Nació de la Agrupación Cultural Auriense, que desde hace más de cuarenta años aglutina un movimiento cultural con marcado carácter nacionalista. A su historia están ligados nombres como el de Xesús Ferro Couselo, que presidió la sociedad, o los de Xaquín Lorenzo (fundador), Eduardo Blanco Amor (socio) o Ramón Otero Pedraio (presidente de honor).

Protesta pública

Ayer, horas antes de conocerse la decisión municipal de desprecintar el café cultural, miembros de diferentes épocas de la directiva de la Agrupación Cultural Auriense dieron un paso al frente para reivindicar el derecho a seguir siendo un espacio cultural de la ciudad. «Queremos que volva a ser un escenario digno de moitas actividades durante moitos anos, porque precisamos seguir dignificando a nosa existencia», aseguró Xosé Lois González, ex presidente de la Agrupación Cultural Auriense.

En su comparecencia pública en el Ateneo de Ourense, el ex presidente denunció que durante años sufrieron una persecución para que se cerrara el local. Ante las denuncias y fallos judiciales que ordenan su clausura, los responsables del Auriense anteponen un modelo de establecimiento que cumple los requisitos legales. «Son unhas instalacións modélicas no que se refire a insonorización», aseguraron.

Por ello, ayer solicitaban al Concello que diese un paso al frente y abriera al local. Sus peticiones fueron atendidas por el bipartito local (PSOE y BNG) que, según la concejala de Urbanismo, no es partidario de tener cerrado «per se» un local.