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Inquietud en el sector primario por el apoyo de España a eliminar las ayudas al gasoil

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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MARTIN DIVISEK | EFE

El Gobierno español firma con el de otros diez países una declaración para dejar de subsidiar combustibles fósiles

12 dic 2023 . Actualizado a las 04:46 h.

De nuevo la Transición Ecológica vuelve a sobresaltar al sector pesquero. Las declaraciones de la ministra Teresa Ribera en el marco de la cumbre del clima (COP 28) apoyando el fin de los combustibles fósiles ha rescatado aquella congoja que tuvo cuando la Organización Mundial de Comercio (OMC) analizaba poner fin a los subsidios dañinos en el sector pesquero e incluir entre ellos las bonificaciones fiscales al gasoil. «La financiación pública no debe subvencionar aquello que daña el planeta (...) Puede tener sentido usar esos fondos para atajar la pobreza energética o para facilitar una transición justa. No tiene sentido seguir subvencionando el uso de los combustibles fósiles», zanjó la vicepresidenta tercera en Dubái.

Así, España ha sido uno de los once países que ha firmado la declaración de la COP 28 que aboga por dejar de subsidiar el uso de combustibles e insta a establecer una metodología global para que cada país lleve a cabo esa supresión.

Las reacciones del sector primario no se han hecho esperar. Y aunque es algo que entra «dentro do previsto», porque Europa se ha volcado en la descarbonización, llama la atención la deriva que la cuestión verde está tomando porque no hay «alternativas posibles no mercado» para que la flota deje de usar combustibles fósiles, lamenta Sergio López, gerente de la Organización de Productores de Burela (OPP 7).

Como en otras ocasiones el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, ha intentado calmar las aguas revueltas por Ribera. En Bruselas, antes de entrar en el Consejo de Ministros, Planas llamó a entender las declaraciones de Ribeira en el contexto de la COP 28 y la polémica desatada sobre la relación de los combustibles fósiles y las emisiones de CO2. Puso por delante que se trata de «una declaración de contenido absolutamente general que debe trasladarse a través de instrumentos legislativos y en el marco de una transición justa». Además de recordar que el sector primario ya está en la línea de la descarbonización, Planas puso como aval las palabras del presidente Sánchez en su investidura, situando el sector agroalimentario como un pilar fundamental. Así quiso «disipar cualquier preocupación» porque cualquier medida que se adopte en el futuro por parte de la UE o el Gobierno de España lo será en el respeto a la competitividad y de los intereses tanto de los agricultores como de los pescadores», sentenció.

Vuelta de tuerca

Pero hay demasiados antecedentes que hacen difícil que la preocupación se esfume con las palabras de Planas. Ni siquiera el hecho de que los ministros hayan dejado claro en Vigo que todavía no hay una solución para descarbonizar la flota. Temen que esta declaración «sexa unha forma de presionar, unha nova vuelta de tuerca para que o sector desapareza», incide López, escaldado por esa deriva medioambientalista que ha cerrado 87 áreas a la pesca de los pincheiros de fondo de la OPP de Burela e incluido entre las especies protegidas por la Cites la quenlla que capturan sus palangreros de superficie. Por eso llama a las autoridades a plantearse qué prefieren «se comer ou mirar para as flores». Porque claro que la flota quiere abandonar los combustibles fósiles, pero «primeiro ten que haber solucións. Se non hai alternativas non se pode meter maior presión retirando as bonificacións ao gasoil profesional».