Oscar Pistorius conocerá el 11 de septiembre el veredicto por matar a su novia

EFE

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Los padres de Reeva Steenkamp han asistido a la última sesión del juicio contra Pistorius
Los padres de Reeva Steenkamp han asistido a la última sesión del juicio contra Pistorius POOL

La defensa del atleta rechaza que el deportista tuviera la intención de matar a Reeva Steenkamp

08 ago 2014 . Actualizado a las 19:33 h.

Oscar Pistorius conocerá el próximo 11 de septiembre el veredicto de la jueza encargada del proceso por matar a su novia, que terminó este viernes con la presentación de las conclusiones finales de la defensa. La jueza del caso, Thokozile Masipa, anunció la fecha en el Tribunal Superior de Pretoria al término del proceso judicial que ha durado 41 días y ha suscitado una gran atención mediática dentro y fuera de Sudáfrica. Masipa se tomará algo más de un mes para emitir una sentencia sobre «los treinta segundos de la vida del acusado» que marcarán toda su existencia, como dijo hoy el abogado defensor del velocista, Barry Roux, durante su exposición.

El abogado defensor de Pistorius rechazó este viernesque el atleta tuviera intención de matar a alguien cuando disparó cuatro veces y mató a su novia, la modelo Reeva Steenkamp, en el que está previsto que sea el último día del juicio que se sigue contra él por el crimen. La jueza dará a conocer el verredicto el 11 de septiembre.

«Todos estos factores son inconsistentes con una intención de matar», aseguró el abogado del deportista, Barry Roux, durante la presentación ante el Tribunal Superior de Pretoria de sus conclusiones finales. Roux había desgranado antes todas las circunstancias que llevaron a disparar, siguiendo un «instinto primario», a Pistorius, que ha confesado haber matado a tiros a Steenkamp a través de la puerta del baño de su casa en Pretoria. El atleta alega en su defensa que disparó por accidente y presa del pánico, al confundir los ruidos que hizo su novia en el baño con los de un ladrón que pensaba que se había colado en la vivienda.

Roux acusó al fiscal Gerrie Nel -que expuso el jueves sus conclusiones finales- de mezclar suposiciones con hechos en su argumentación. Nel mantiene que Pistorius quiso matar a la modelo después de una supuesta discusión, que, según esta versión, estaría corroborada por los gritos de mujer que dicen haber escuchado varios vecinos llamados a declarar por el fiscal. Roux puso en duda la consistencia de estos testimonios, y acusó a alguno de esos testigos de querer ayudar a la Fiscalía.

El letrado recriminó al fiscal haber «explotado» el delicado estado mental de un Pistorius traumatizado por el crimen durante su agresivo interrogatorio al acusado en el tribunal, donde Nel tildó de «diseñado» y «vago» el alegato del deportista.

El cuerpo sin vida de Reeva Steenkamp apareció en la casa de Pretoria del deportista el 14 de febrero del año pasado, cuando la modelo tenía 29 años. El atleta, de 27 años, tiene las dos piernas amputadas desde los once meses debido a un problema genético, y se convirtió en los Juegos de Londres de 2012 en el primero sin las dos extremidades inferiores en participar en unas Olimpiadas.

El atleta, de 27 años, se ha mostrado muy entero en la última fase del juicio, después de desmoronarse y vomitar en repetidas ocasiones en los compases iniciales y de llorar con la cabeza hundida entre las manos desde el estrado.

Fuera de la competición y abandonado por sus patrocinadores, Pistorius se ha visto obligado a vender la casa donde mató a Steenkamp -su propiedad más valiosa, tasada en más de 300.000 euros- para sufragar los elevados honorarios de su equipo de abogados. Su fortaleza anímica volverá a ponerse a prueba el 11 de septiembre, cuando la mujer que le juzga revele su decisión en el Tribunal Superior de Pretoria, en medio de una expectación mundial.

De ser condenado por «asesinato premeditado» como pide el fiscal, Pistorius se enfrenta a una pena de cadena perpetua. El velocista no niega ser el autor de los disparos, pero quiere convencer al tribunal de que lo hizo por equivocación al creer que tras la puerta cerrada del baño había un delincuente.