Otra vecina de Pistorius también oyó una discusión la noche del crimen

Efe

DEPORTES

Antoine de Ras / Independent New

El testimonio corrobora la versión de la Fiscalía, que sostiene que el atleta asesinó a su novia de forma premeditada tras una disputa

04 mar 2014 . Actualizado a las 17:52 h.

Una segunda vecina de Oscar Pistorius aseguró hoy en el juicio al deportista por el asesinato de su novia, Reeva Steenkamp, haber escuchado una discusión a gritos y cuatro disparos procedentes de la casa del atleta en la madrugada del crimen, el 14 de febrero del año pasado.

Estelle van der Merwe, desde cuyo balcón puede verse la casa de Pistorius, oyó «sonidos de gente discutiendo» durante una hora, desde poco antes de las 2 de la madrugada, declaró ante el juez. Las voces se extinguieron tras escucharse cuatro disparos de bala, a los que les siguió el llanto de una persona que el marido de Van Der Merwe identificó como Pistorius. «No pude entender en qué lengua, ni qué se decía (en la discusión)», declaró Van der Merwe, la segunda testigo llamada por el fiscal Gerrie Nel, que acusa a Pistorius de asesinar de forma intencionada a Steenkamp, quien entonces tenía 29 años.

La declaración de Van der Merwe llega después de que otra vecina, Michelle Burger, asegurara ayer haber escuchado gritos de «terror» y «angustia» esa misma noche alrededor de las 3 de la madrugada, antes de oír cuatro tiros intercalados con más chillidos. Según Nel, los dos testimonios corroboran la versión de la Fiscalía, que sostiene que el atleta asesinó a su novia de forma premeditada tras una disputa.

Por su parte, Pistorius insistió ayer en que disparó contra Steenkamp al pensar que lo hacía contra un intruso que se había colado en su domicilio, y negó que se produjera una discusión antes del tiroteo. El corredor, que se convirtió en los Juegos de Londres de 2012 en el primer atleta de la historia con las dos piernas amputadas en competir en unas Olimpiadas, ha confesado que acabó con la vida de Steenkamp a través de la puerta cerrada del baño, un hecho que admite también la acusación.

El fiscal acusa al deportista de 27 años de «asesinato premeditado», un cargo que le costaría la cadena perpetua si es declarado culpable por la juez Thokozile Masipa.