Ordenan detener al sobrino del brasileño descuartizado que trabajó en A Coruña

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

Marcos Campos, en una foto con A Coruña al fondo.
Marcos Campos, en una foto con A Coruña al fondo.

El juez pide la captura de ese joven, que se fue de España a Brasil tras el crimen

05 oct 2016 . Actualizado a las 13:06 h.

La Guardia Civil lleva una semana en comunicación con la Interpol y con las autoridades brasileñas para buscar y detener a un hombre del que se tienen fundadas sospechas de su participación en el cuádruple crimen de Pioz (Guadalajara). Poco ha trascendido de este individuo más allá de que salió de España el pasado 24 de septiembre, dos días después del hallazgo de los cuerpos descuartizados de Marcos Campos Nogueira, Janaina Santos Américo y sus dos hijos. Desde entonces no se ha vuelto a saber nada de él. La principal apuesta de los investigadores es que tiene su madriguera en Brasil y allá va a haber que ir a buscarlo.

El juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Guadalajara levantó ayer parcialmente el secreto del sumario e informó de la orden de detención internacional para esa persona. Podría tratarse de un sobrino de Marcos Campos, sobre quien la Guardia Civil ya había dirigido sus sospechas a las pocas horas del descubrimiento de los cuerpos. Las razones por las que este joven de 19 años fue desde el principio una de las fijaciones de los investigadores responden a su violento pasado y a lo que se pudo saber gracias a las familias de las víctimas. Según contaron, el sospechoso se había insinuado en varias ocasiones a Janaina Santos, esposa de Marcos Campos. Ella misma se lo hizo saber a un pariente con el que mantenía contactos periódicos. Aquello envenenó las relaciones que había entre tío y sobrino. La víctima lo había acogido en su casa hace unos meses, cuando el sospechoso viajó a España para probar suerte.

Se echó a la Guardia Civil encima después de que abandonase el país dos días después de hallarse los cuerpos del matrimonio y sus dos hijos de 1 y 4 años, en lugar de quedarse para ayudar o colaborar con los investigadores.

La precipitada salida del territorio español de este individuo disparó todas las alarmas. Su conocida agresividad no alcanza, en opinión de los especialistas, para perpetrar un crimen tan atroz, pero primero hay que dar con su paradero para hablar con él y tratar de esclarecer el caso. En Brasil ya fue detenido por apuñalar a un profesor.

Para llegar hasta este individuo, los investigadores han tenido que reconstruir los últimos años de la vida del matrimonio asesinado, tanto en Brasil como en España, adonde llegaron en el 2013. Marcos Campos ya había estado con anterioridad en España. En A Coruña estuvo en dos etapas. En el 2003 y en el 2010, cuando trabajó de camarero, de montador de escenarios y de panadero. Luego regresó a Brasil, contrajo matrimonio con Janaina, tuvieron una niña y emigraron a España. Desde su llegada, el matrimonio cambió de residencia hasta en seis ocasiones. Y también de trabajo. Su hermano reconoce que Marcos era «un pie inquieto».