«Fueron 12 minutos de angustia sin ver nada y llamé al 112 porque sabía que iba a pasar algo»

m.c. lugo / la voz

GALICIA

El sevillano Javier Vidal cruzó el banco de niebla treinta minutos antes de que tuviese lugar el trágico accidente de la A-8

28 jul 2014 . Actualizado a las 21:51 h.

El sevillano Javier Vidal y su pareja había pasado varios días en la Mariña Lucense y el sábado por la mañana regresaban a casa por la A-8 cuando se encontraron con el tramo de niebla del alto de O Fiouco. «Fueron 12 minutos de angustia sin ver nada y llamé al 112 porque sabía que iba a ocurrir algo. Nunca había sentido tanto miedo al volante». Al ver los primeros indicios de niebla, la mujer filmó la entrada en la nube con la cámara de vídeo e hizo una secuencia fotográfica. Pero cuando se encontraron dentro de la masa oscura, la curiosidad por la niebla gallega se tornó en pánico. «Puse las luces de emergencia y antiniebla y empecé a circular despacio y concentrado en la línea blanca del arcén y en el espejo retrovisor, porque estaba temiendo que un coche me alcanzase por atrás. Pero tampoco podía ir más rápido porque no veía nada. Miraba al arcén por si hubiese espacio para detenerme, pero era muy estrecho, y además me parecía por el tipo de vallas que estábamos sobre viaductos por momentos. Me concentré en conducir a velocidad moderada y constante, pendiente del retrovisor, y pensando qué hacer si chocábamos o me alcanzaban por detrás. Le dije a mi pareja que mirase a qué velocidad iba, porque tuve miedo hasta de apartar la vista por un momento. Me contestó que a 60 por hora. Y así fueron los doce minutos. Sin poder parar, sin variar de velocidad y en tensión constante. Fue mi peor momento al volante. Pasamos bastante miedo. Y lo peor fue cuando llegamos a Sevilla por la noche ya que nuestros temores se confirmaron al ver la catástrofe de coches en las noticias». Javier explicaba ayer que se sentían un poco responsables de no haber insistido más en la llamada que hicieron al 112 nada más salir de la niebla, o por no haber llamado directamente a la Guardia Civil. La comunicación duró dos minutos pero tuvieron la sensación de que les insinuaron que por una advertencia de niebla espesa en un lugar habitual no iban a cerrar la autovía.