El crimen de Asunta, en un sumario de cinco tomos

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El secreto expiraba el viernes, pero el juez Taín ha decidido no esperar más tras dos meses de investigaciones

20 nov 2013 . Actualizado a las 14:50 h.

Tras dos meses de investigaciones, el sumario del caso Asunta, cuyo secreto acaba de levantar el juez José Antonio Vázquez Taín, ya suma cinco tomos y todo apunta a que no tardará en duplicarse, dado el gran número de indicios que apuntan a la presunta autoría del asesinato por parte de los padres de la niña de 12 años: Rosario Porto y Alfonso Basterra. El secreto de sumario fue declarado el mismo 22 de septiembre, cuando el cuerpo sin vida de la pequeña apareció en una pista forestal de Cacheiras (Teo). El magistrado no ha querido esperar a levantarlo al viernes, día en que expiraba el segundo plazo de un mes de secreto decretado, y ha tomado la decisión de notificar las actuaciones a las partes tras recibir un último informe por el que estaba esperando.

Los abogados de los padres de Asunta Basterra recibirán hoy mismo copias telemáticas del amplio sumario. También tendrán acceso a él los representantes legales de la asociación pro derechos de la mujer y de la infancia Clara Campoamor, que están personados en la causa como acusación popular.

El levantamiento del secreto de sumario había sido reclamado en numerosas ocasiones por los letrados de las defensas, especialmente por el de Rosario Porto, el penalista coruñés José Luis Gutiérrez Aranguren, que se quejaba de que no podía defender a su clienta porque todo lo que conocía de las investigaciones era a través de los medios de comunicación.

Esta fue la razón esgrimida, por ejemplo, para negarse a participar en la reconstrucción de los hechos que intentó llevar a cabo el magistrado para aclarar todos los pasos que Rosario Porto había dado aquel 21 de septiembre cuando murió su hija. El juez quería que aclarase un aspecto en el que había incurrido en contradicciones y que resulta determinante en los hechos, como es que en primer lugar dijo que Asunta se había quedado en casa aquella tarde y, tras conocer que una cámara de vídeo la había grabado, cambió su versión para admitir que había ido con ella en coche y en dirección al chalé de Teo, donde la Guardia Civil cree que falleció la pequeña.

El primer mes de investigaciones el secreto de sumario estuvo sobradamente justificado porque la Guardia Civil estaba llevando a cabo el grueso de su investigación y había pendientes una gran cantidad de pruebas y análisis encargados a los laboratorios de toxicología y criminalística que eran claves en el caso.

Pasado ese primer mes, el juez Vázquez Taín y el fiscal del caso, Jorge Fernández de Aránguiz, decidieron ampliar otro mes más la medida. Estaban a la espera de conocer algunos informes pendientes sobre el caso, los relacionados con las llamadas telefónicas que hicieron los imputados y también aclarar el origen de una mancha de semen encontrada en la camiseta de Asunta Basterra y que finalmente se ha comprobado que fue una contaminación en el laboratorio porque pertenece a un violador de Madrid que no estuvo en Galicia. Ayer llegó el último de esos informes pendientes y ese es el motivo por el que se ha levantado el secreto que pesaba sobre las actuaciones.

En este último mes también se han centrado en intentar determinar qué actividades desarrollaba la madre de Asunta en Marruecos, donde tenía algún tipo de relación laboral como representante legal de algún empresario gallego, así como investigar una línea de trabajo que cobró peso en la investigación: la de que una tercera persona fue la que depositó el cadáver de la niña en la pista forestal. Posibilidad para la que, al menos hasta ahora, no se han logrado los indicios que permitan avanzar en ella, dado que los sospechosos de ser la tercera persona, a los que se tomó declaración en calidad de testigos, ofrecieron versiones creíbles de qué hicieron en el día de autos.