Dombate tendrá protocolos y plan de conservación preventiva

C. Viu, X. Ameixeiras CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

josé manuel casal

La Diputación analiza si el pabellón cumple su función

08 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La jornada inaugural del primer simposio Dolmen de Dombate se inició con referencias al pasado, a lo hecho en el megalito tanto por José María Bello, director de las excavaciones entre 1987 y 1989, como por la labor de Fernando Carrera, que fue conservador de las pinturas y ahora asesora a las becarias contratadas por la Diputación para garantizar la integridad de las pinturas.

Marién González, que habló en nombre de sus compañeras, Cristina Rodríguez y Susana Rodríguez han empezado a redactar protocolos y elaborar un plan de conservación preventivo, documentos imprescindibles para todos los monumentos y de los que carecía Dombate. Explicaron que no hay nada establecido para cuando un investigador llega al yacimiento, no existen pautas de por dónde debe acceder, cuántas personas pueden estar en el interior y otras cuestiones.

Tampoco existe un programa que seguir para evitar el deterioro de las pinturas. Tendrá que pasar casi un año para que los datos recogidos e interpretados de la estación climática puedan dar una pista de qué es lo que hay que hacer para que el edificio cumpla su misión de proteger el arte rupestre, porque lo que sí se sabe es que la humedad es excesiva, tanto dentro de la cámara como en el edificio.

Todavía es necesario, según explicaron las becarias, realizar más observaciones y, sobre todo, saber cuáles son las condiciones climatológicas que rodean al megalito. Existe una estación, pero no guarda los datos ni los transmite, por lo que no hay referencias, aunque este asunto se solucionará en breve.

Visitas inocuas

De momento, lo que sí saben, porque reciben datos cada 10 segundos, es que las visitas, tal como se realizan en el dolmen, no afectan al clima de la cámara.

Asimismo, señalaron que para mantener las pinturas en buen estado y controlar que todo se hace de forma adecuada es necesario contar con un profesional, un conservador que vigile la instalación. El próximo paso consiste aplicar en el edificio las medidas correctoras para mejorar las condiciones climáticas.

Fernando Carrera precedió a las tres becarias, explicó que sí se han detectado en las pinturas señales de biodeterioro. Considera el doctor en arqueología y profesor de la Escola de Conservación e Restauración de Galicia que sobre el yacimiento se ciernen una serie de incertidumbres relacionadas con el edificio y su capacidad para mantener la estabilidad en temperatura y humedad que necesitan los ejemplos de arte rupestre.

Fernando Carrera explicó el origen de las pinturas, sus características principales y los trabajos que se realizaron desde que fueron descubiertas en las excavaciones.

Rafael Quintiá, que es antropólogo, ofreció una visión completamente distinta. Señaló que Dombate sigue siendo un lugar de «agregación», como lo fue cuando se construyó y prueba de ello, explicó, es la cantidad de gente que acudió al simposio. Habló sobre leyendas.