Una joyería sufrió ayer el quinto atraco en Carballo en 3 semanas

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

La joyería Brandón, cerrada ayer por la tarde.
La joyería Brandón, cerrada ayer por la tarde. A. G.< / span>

El autor, también de un asalto en A Laracha, parece el mismo individuo

07 dic 2012 . Actualizado a las 07:10 h.

La joyería Brandón, en la plaza de Galicia de Carballo, padeció ayer el quinto atraco en un establecimiento de Carballo en apenas tres semanas, tras tres farmacias y un bar. En todos los casos, el autor parece el mismo, tanto por complexión como por el modo de actuar. En su lista de asaltos estaría también un sexto atraco en una farmacia de Cabovilaño, en A Laracha, a mediados de noviembre, con lo que los delitos cometidos, al menos los que hayan trascendido en la zona, son seis. El de peores consecuencias ocurrió en la madrugada del día 28 de noviembre, cuando el asaltante hirió en el pecho al dueño de un bar.

La víctima de ayer, que por fortuna salió ilesa, fue la dueña del negocio, Celsa Cotelo (su marido falleció hace poco más de un mes). La hija, Begoña Brandón, relataba ayer el suceso, que ocurrió unos minutos después de las 10.00 de la mañana, cuando estaba abriendo el negocio. El atracador aprovechó que en ese momento estaba ella sola para asaltarla con un cuchillo. No obstante, Celsa le hizo frente. «Llevaba un cuchillo enorme, que le puso en la espalda. La cabeza la cubría con un pasamontañas, y le pidió que abriese la caja fuerte y le diera oro», señaló.

La petición de oro no es casual, ya que el mismo negocio se dedica a este tipo de mercado, aunque las dependencias para esta línea de negocio están justo en la parte de arriba. No obstante, hace ya un tiempo que trabajan en la planta baja.

Sin embargo, la dueña no se dejó intimidar y no le hizo caso. Al contrario, pulsó el botón de alarma y aprovechó su paraguas para sacudirle un golpe. Tras un empujón, el atracador logró sacarle el bolso y huyó con él, corriendo hacia la calle de A Igrexa. La dueña, de 69 años, salió detrás, pero no pudo alcanzarle. La policía local llegó de inmediato, pero el atracador ya había desaparecido. Con él se llevaba un botín de unos 600 euros, el dinero que llevaba en su cartera, además de la documentación. Ayer se pasó buena parte de la mañana en la Guardia Civil para poner la denuncia y arreglar todo el papeleo.

Hace unos ocho años, en un atraco en el mismo comercio, la dueña también le hizo frente al asaltante, recuerda la hija. No fue el primer robo, ya que hace más de dos décadas sufrieron otro mucho más importante por el material sustraído.