Gesticulaciones exageradas

Miguel A. Murado

INTERNACIONAL

07 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Hay algo irónicamente bolivariano en el último conflicto diplomático entre Venezuela y Colombia, esos dos países que comparten la misma bandera y una reverencia desmedida por el libertador. Se da la circunstancia de que, en su tiempo, Simón Bolívar invadió Venezuela desde Colombia (la Admirable Campaña, 1813), y luego invadió Colombia desde Venezuela.

El temor a que ocurra alguna de esas dos cosas en un futuro próximo es muy exagerado, pero se trata de una exageración que conviene a los gobernantes de ambos países. Sobre todo conviene a Hugo Chávez, que ha hecho precisamente de la exageración el eje de su discurso político. Pero también conviene a Álvaro Uribe, condenado no a cien, pero sí al menos a cuatro años de soledad en una Latinoamérica que se ha olvidado de Washington y con un Washington que se ha olvidado de Latinoamérica, sobre todo de la que él representa.

El desmarque de Ecuador

Por eso, el desmarque chavista del presidente de Ecuador, Rafael Correa, al cerrar la base norteamericana de Manta, ha querido aprovecharlo Uribe para forzar a Estados Unidos a definirse. Pesa seguramente, mucho, el asunto de Honduras, donde se está viendo que la Casa Blanca, sin simpatizar con Chávez, ya no tiene el mismo interés que tenía por relacionarse con la derecha latinoamericana.

Ofrecer a los norteamericanos más bases es una buena manera de tentar a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, porque fue su marido Bill quien las colocó allí.

Pero lo que dice Hugo Chávez, por supuesto, es un disparate. Esas bases no serían una amenaza para Venezuela, al menos de momento. Pues para hacer imperialismo son necesarios algo más de 1.500 soldados.

Escalada

Hasta dónde puede llegar la crisis actual es difícil saberlo. Uribe tiene un margen de maniobra limitado porque Washington no permitirá una escalada. En cuanto a Chávez, sus amenazas de sanciones económicas no son realistas. Venezuela, mal que le pese, no tiene tan fácil sustituir su voluminoso comercio con Colombia.

Salvo incidentes imprevistos, pues, lo más probable es que todo pase rápidamente, como una tormenta tropical.