El río Sil como lo ven los pájarosCómo llegar

carlos rueda / carlos cortés MONFORTE

LEMOS

Una ruta circular de quince kilómetros recorre espectáculares miradores en Quiroga

20 jun 2017 . Actualizado a las 13:24 h.

Los vecinos de la parroquia quiroguesa de Margaride acondicionaron recientemente una interesante ruta circular de senderismo que mide quince kilómetros y que en esta sección recorreremos en dos tramos. El itinerario, arreglado y señalizado con una subvención de la Xunta, recorre paisajes espectaculares pero tiene también interés histórico, porque pasa por dos importantes minas romanas de oro, las de Margaride y Covas, y por el interesante asentamiento castreño del Castro de Ares. Además, la ruta comparte tramos con el Camino de Inverno y permite visitar la iglesia parroquial de Quintá de Lor y las capillas de los Remedios y San Vicente.

El recorrido comienza en Margaride y en el lugar de Covas, donde están la Aira do Medo y O Terrón do Medairo, antiguos restos de explotaciones auríferas romanas. A continuación inicia un suave descenso hacia el río Lor, hasta que a los cien metros deja a la izquierda un desvío que lleva al Alto de Aldriz. La vegetación en esta zona es de transición: olivos, pinos, castaños, acacias, fresnos? A continuación, el itinerario pasa por O Val de Abrite y Os Paredós da Lamela, labradíos en los que se plantaban todo tipo de productos hortícolas. Aquí se encuentran los restos de una explotación minera de origen romano conocida como O Torrón da Enciñeira.

A cincuentra metros del Lor

La ruta continúa por As Lamelas y O Espido. En este lugar se encuentran As Penas do Espido, un lugar escarpado con paredes verticales de más de cincuenta metros de altura que acaban en el río Lor. «A xente tiña moito medo cando pasaban cos carros por este tramo porque era moi perigoso», comenta un vecino.

Después de pasar por O Espido, es preciso atravesar el arroyo de As Forcadas, del que salían dos presas para regar los terrenos de cultivo de este lugar. Unos metros más adelante, el caminante se encuentra con Os Coíños, donde están As Penas de Ruxidoira, un impresionante mirador natural desde el que se divisa buena parte del valle de A Labrada, el cauce del Lor, el puente ferroviario de A Ruxidoira y las minas de hierro del mismo nombre. Es el kilómetro 1,6 de la ruta.

Trescientos metros más adelante está el lugar de A Fonteíña, donde quedan los restos de cuatro viviendas abandonadas hace décadas. Por encima de este lugar está O Val Quente. A la aldea de Covas se llega en el kilómetro tres de la ruta. Las explotaciones auríferas romanas ocupan buena parte de la zona. Las viejas minas se localizan en unos aluviones formados por dos grandes cortes de terreno a modo de terrazas de entre diez y veinte metros de altura.

Igual que los de Margaride, estos yacimientos son del tipo llamado secundario y en sus bases se localizan restos de minas y prospecciones subterráneas. Nada más entrar en As Covas, el camino empata con una pista forestal que lo desvía a la izquierda en dirección al castro de Ares. Después de doscientos metros más de caminata hay que dejar la pista principal y tomar otra a la derecha en dirección al castro, al que se llega después de unos seiscientos metros metros de fuerte subida.

Desde el estratégico castro de Ares se domina el valle de Quiroga, la cuenca del Sil y la desembocadura del Lor. Durante la dominación romana fue empleado para controlar las vías de comunicación de las cuencas del Sil y el Lor y sus minas de oro. El castro está muy deteriorado, porque en su croa , atravesada por una pista de tierra, fue instalado un mirador. Un kilómetro más adelante, la ruta sale a la carretera que lleva al Alto de Aldriz y a Vilar de Lor. Aquí, cinco kilómetros de dificultad media después de su inicio, finaliza el primer tramo de la ruta.

Por la carretera N-120

Hay que salir de Monforte por la carretera N-120 en dirección a Quiroga. En el kilómetro dieciocho es preciso tomar un desvío a la izquierda hacia Margaride, aldea que está a mil metros de distancia.