Con las manos en la maría

EDUCACIÓN

La policía desmantela dos viveros clandestinos de marihuana instalados en sendos pisos de estudiantes de Santiago

11 jun 2009 . Actualizado a las 02:44 h.

Nadie duda del cariño y el esmero con el que cuatro estudiantes de Santiago cultivaban en pisos del Ensanche compostelano sus frondosas plantas de marihuana. Pero, a efectos policiales, se trata de una actividad ilícita y ahora deberán responder por ella.

La policía detectó el pasado mes de mayo dos cultivos en sendas viviendas de la ciudad del Apóstol. Los viveros no eran otra cosa que habitaciones de pisos para estudiantes que estaban acondicionadas con un «microclima idóneo para que las plantas alcancen un óptimo desarrollo en poco tiempo y, posteriormente, proceder a su secado para consumir», dice la información facilitada por la comisaría de Santiago.

En total, se intervinieron veintiséis plantas de marihuana; cien gramos de marihuana seca; 11,5 gramos de hachís; sesenta macetas; dos lámparas de calor; un sensor de temperatura y humedad; tres ventiladores; un deshumidificador; y un transformador eléctrico, además de otros efectos como regletas, abonos y todo tipo de artilugios necesarios para este cultivo.

La policía implica como responsables de los viveros clandestinos a cuatro jóvenes, con edades comprendidas entre los diecinueve y los veinte años, que carecen de antecedentes policiales y que residen temporalmente en la capital de Galicia por razones de estudios.

Aunque en Internet cualquiera puede formarse en el arte de cultivar marihuana a golpe de clic, la policía incide en que se trata de una «actividad ilícita» que, además de resultar muy molesta para los vecinos «por los ruidos, olores y trasiego de personas ajenas al edificio», tiene sus riesgos.

Según explican fuentes policiales, los aparatos que sirven para recrear las condiciones idóneas para cultivar marihuana tienen un elevado consumo eléctrico. Y los jardineros preparan sus instalaciones de una forma artesanal, «sin tener en cuenta recomendación técnica alguna de seguridad». También es un hecho que numerosos pisos del Ensanche compostelano que se alquilan a estudiantes cuentan con instalaciones eléctricas completamente obsoletas, lo que incrementa el riesgo de incendio por sobrecarga en los enchufes y en el cableado.

Tal como se puede observar en cualquier manual de los cientos que circulan por Internet, todos los elementos necesarios para el cultivo de la marihuana están al alcance de cualquiera. Existen foros, páginas, vídeos y todo tipo de documentación en la que se aconseja cuáles son las mejores semillas, dónde comprarlas, cómo recrear las condiciones ideales de luz y calor o cuál es el abono más recomendable, desde estiércoles y guanos a compost o humus de lombriz.

No son pocas las voces que se alzan contra la consideración delictiva que tiene este tipo de actividad. Los defensores del cultivo para autoconsumo aseguran que esta práctica es mucho mejor que acudir al mercado negro. La suerte judicial de los cultivadores dependerá en buena medida de que puedan demostrar que la maría era para consumo propio y que no había excedente para ser comercializado, o entonces sí que tendrán problemas.