Los chinos que obtuvieron el carné en Lugo vivían en un piso facilitado por una autoescuela

La Voz

GALICIA

22 ene 2009 . Actualizado a las 09:17 h.

En un piso del número 136 de la avenida de A Coruña estuvieron empadronados 244 chinos durante el año 2005. Quienes siguen la pista a la denominada trama china, que facilitaba el carné de conducir a ciudadanos asiáticos, encontraron que esa casa fue alquilada a través de una gestoría por un chino asentado en la ciudad que regenta algunos negocios, quien estaría en contacto con una autoescuela. Los moradores de esta vivienda, que no tenían ni idea de castellano y sin embargo hicieron correctamente el examen teórico, vivían durante algunos días completamente hacinados y en condiciones infrahumanas.

La propietaria de la vivienda quedó horrorizada cuando en una ocasión acudió a inspeccionar su casa y se encontró a decenas de ciudadanos asiáticos sentados en el suelo del salón sin nada que hacer. También vio que por todo el piso había decenas de colchones tirados en el suelo y en todas las estancias colgaban cortinas intentando conseguir un hueco de intimidad. Cuando el piso quedó vacío, la propietaria le comunicó a la gestoría la negativa a volver a alquilarlo, ya que estaba inservible y destrozado. «Cuando lo vi se me cayó el alma al suelo», resumió la propietaria, a quien le dejaron incluso a deber varias mensualidades de luz, agua y comunidad.

En la zona próxima al número 136 de la avenida de A Coruña, algunos vecinos bautizaron al inmueble como la casa de los chinos porque, en su momento, las idas y venidas de asiáticos llegaron a ser constantes. El edificio se encuentra enclavado cerca de otros locales regentados por asiáticos. A una manzana hay un restaurante chino; un portal más adelante de la casa investigada, un bazar, y más adelante, otra gran tienda que regentan ciudadanos chinos.

Uno de los aspectos que tratan de determinar los investigadores es si una semana antes del examen teórico del carné de conducir, alguien se encargaba de empadronar a los chinos en el Ayuntamiento de Lugo, ya que las autoescuelas tienen que presentar ante la Jefatura Provincial de Tráfico los datos de los aspirantes antes del examen.

Todo apunta a que los ciudadanos asiáticos tenían que pagar, por los trámites de empadronamiento, una parte, dentro del precio final que les establecían por la obtención del permiso de conducir. Al parecer, la documentación necesaria la enviaban a una autoescuela por correo o fax como paso previo a la inscripción en el examen.

Una persona de nacionalidad china, que ya declaró ante el fiscal, era la que se encargaba previamente de hacer las funciones de gancho, es decir, hacía correr entre la comunidad china la información de que en Lugo daban el carné de conducir por el simple hecho de empadronarse y pagando varias cantidades.