Un pueblo en el que ahora solo reina el silencio

C. Paradela

GALICIA

03 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

La conmoción inicial por la noticia del secuestro de Edelmiro Manuel Pérez Merelles ha dado paso en su aldea natal, Rubillón, en el término municipal de Avión, a un secretismo casi absoluto y a un profundo malestar contra los medios de comunicación, por hacer pública una situación que puede poner en peligro su vida, según aseguran preocupados y entre dientes sus vecinos.

La ley del silencio impera en las pocas viviendas que están habitadas durante los meses de invierno, sobre todo en la de Manuel Pérez y su mujer, Erundina, tía de Edelmiro Pérez, pendientes de noticias desde el país azteca: «Nosotros ni llamamos a México, esperamos a que nos digan algo ellos. No sabemos nada nuevo», señala Manuel Pérez, pidiendo disculpas por no hacer más declaraciones. Sus convecinos recriminan la continua presencia de medios en Rubillón: «Esto é unha cousa moi triste para estar con estas festas», dice una mujer desde su jardín, mientras otra lamenta que le hayan podido causar algún daño al empresario para presionar a la familia.

Los temores

En el vecino municipio de Beariz, donde Edelmiro Pérez suele tomar café y charlar con los vecinos durante sus vacaciones veraniegas en Galicia, recuerdan que en el último secuestro de un vecino de Liñares, que no trascendió a la opinión pública, se le hizo llegar a la familia la falange de un dedo para atemorizarla y lograr un rápido pago del rescate. Sin embargo, cuando fue finalmente liberado no tenía ningún daño en la mano.

La mujer que cuida la residencia veraniega de Edelmiro Manuel Pérez Merelles reconoce estar sorprendida por la repercusión del suceso. Asegura que tiene muy pocas noticias sobre el secuestro y solo desea que todo «acabe pronto y, sobre todo, bien». Las noticias que le llegan proceden de México a través de los familiares de algunos residentes en la aldea de Rubillón.

El alcalde de Avión, Antonio Montero, tampoco quiere hablar: «En estos casos prefiero no hacer declaraciones hasta que esté liberado. Es mejor dejar hacer el trabajo a los que lo tienen que hacer para que todo llegue a buen término, porque todo lo que se diga puede ser perjudicial», asevera.

El regidor popular reconoce que se enteró del suceso por las noticias que salieron publicadas en los medios de comunicación, aunque la Xunta ya se ha puesto en contacto con él en las últimas horas. Conoce a Edelmiro Manuel Pérez «de haberlo visto sólo un par de veces».