El líder del PP no permitió preguntas sobre el juicio al presidente de la Generalitat
18 jul 2011 . Actualizado a las 09:21 h.En su primer acto público después de trascender, el pasado viernes, el procesamiento del jefe del Ejecutivo autónomo valenciano (PP) por un delito de cohecho impropio, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, eludió ayer referirse en Santiago a Francisco Camps. No le dedicó una sola palabra durante el discurso de veinte minutos que pronunció en un hotel ante más de 300 líderes del PPdeG ni tampoco permitió a la prensa preguntarle al respecto. No se habló en público una sola palabra sobre la ya famosa causa de los trajes ni quiso detenerse con los periodistas que lo abordaron para preguntarle por el juicio oral.
De hecho, su equipo de colaboradores se afanó en que los reporteros fracasasen en el intento de abordarlo ya antes, en plena plaza del Obradoiro, mientras estaba departiendo con decenas de compostelanos y turistas después de que hubiese sido recibido en el Pazo de Raxoi por el nuevo alcalde de la ciudad, su colega de filiación Conde Roa. «No todos los valencianos somos iguales», le espetó uno de los ciudadanos que se habían acercado a saludarlo. El envite quedó sin respuesta.
El PSOE, por voz de su vicesecretario general, José Blanco, exigió ayer a Rajoy explicaciones, según recoge la agencia Efe, ante el próximo juicio contra Camps por la causa de los trajes, enmarcada en la trama de corrupción Gürtel, que instruye el juez José Flors, del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Además de dar explicaciones, Blanco juzgó necesario y urgente que Rajoy tome medidas en su partido en Valencia, y dijo que el líder de los populares tiene ahora «una enorme oportunidad, aparte de una enorme responsabilidad, para tomar una decisión».
«Bajo el ala de la gaviota»
Recalcó que en este momento el foco está más sobre Rajoy que sobre quien «se sienta en el banquillo de los acusados», en referencia a Francisco Camps, ya que el político pontevedrés, dijo, es «quien tiene que ejercer la responsabilidad política» en el PP. «Le es exigible -insistió- que las tome o, cuando menos, dé explicaciones y no se esconda bajo el ala de la gaviota», añadió tras subrayar que «no es un tema menor» que el PP tenga «en el banquillo de los acusados a una buena parte de su cúpula».
Hasta el momento el respaldo público a Camps ha llegado con cuentagotas desde Génova (tiene más fuerza desde el PP de Valencia). Únicamente Ana Mato se pronunció abiertamente en defensa de la honradez del presidente de la Generalitat.