Eroski pide que se retome el proceso para recalificar la finca del pazo de Goiáns

La Voz

CARBALLO

21 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Cada vez que parece vislumbrarse el punto y final al culebrón sobre el pazo de Goiáns, salen a escena nuevos datos que amenazan con complicar aún más el tortuoso camino para que el edificio nobiliario y su finca pasen a manos públicas. Ahora que están en marcha las negociaciones para comprar la propiedad gracias a una enmienda en los presupuestos del Estado, que destinará cuatro millones a la adquisición del inmueble, sale a la luz una singular solicitud de Erosmer Ibérica -ahora Cecosa Hipermercados-. El grupo empresarial quiere que se retome el convenio que se firmó cuando gobernaba Jesús Alonso.

¿A qué acuerdo se refieren? Cuando el PP mandaba en Boiro, la empresa y el ejecutivo firmaron un convenio que permitía a la firma construir una superficie comercial y una urbanización de viviendas en el entorno del pazo. Por su parte, el Concello se quedaba con el inmueble nobiliario.

Sin embargo, pocos días después de que se aprobase inicialmente el plan parcial de la finca de Goiáns y el proyecto saliese a exposición pública, hubo cambio de gobierno en Boiro. Entonces, el nuevo ejecutivo -formado por BNG, PSOE e Velo-, que en la oposición siempre se opuso al proyecto del PP, se propuso echar abajo lo firmado y retomó las negociaciones con Erosmer. Esas conversaciones culminaron en mayo del 2007, con la firma de un nuevo acuerdo. En esta segunda vuelta, la intención era que Erosmer construyera en A Pedreira y se olvidase de hacer nada en la finca de Goiáns.

Un año

Sin embargo, parece que en ese convenio había una cláusula que decía lo siguiente: «La suspensión, por el plazo máximo de un año, de los pasos previstos en la tramitación del plan parcial» relativo a la finca de Goiáns. Es decir, que si en un doce meses las cosas no avanzaban, se podría volver a lo firmado con Jesús Alonso.

En dicho apartado se establecía que, durante ese año, debían completarse los trámites para la aprobación de la modificación puntual de los terrenos de A Pedreira que el ejecutivo pretendía permutar por la finca y el pazo. Pero este cambio no llegó a producirse, así que, en virtud del convenio, y según Erosmer, el Concello está obligado a retomar lo firmado en el 2003.