Singular y ruidosa protesta de brazos caídos en O Grupo

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

21 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Aunque la protesta de ayer se convocó como un paro de brazos caídos, de eso había poco en el colegio ribeirense O Grupo. Más de una decena de profesores llevaron a cabo una movilización en el patio del centro en la que batieron sus palmas para hacer del ruido su particular modo de denuncia. Los cánticos también estuvieron presentes con un único estribillo: «Escola pública, de todos e para todos». Precisamente este era el lema que lucían unas camisetas que los docentes se pusieron para la ocasión.

Durante media hora -de diez a diez y media de la mañana- los docentes dejaron la tiza y el borrador y salieron a la entrada del centro junto con los alumnos. Los más pequeños, que poco saben de los polémicos «recortes» en educación de la Xunta de Galicia, disfrutaron de un recreo a deshora y un poco adelantado.

Otros, concienciados de esta situación, comentaban con sus compañeros los motivos que llevaron a sus profesores a secundar la protesta y se unieron a los cánticos de los maestros. Los vecinos que a esa hora pasaron por delante de las instalaciones educativas, se quedaban mirando perplejos.

Los profesores del colegio O Grupo no fueron los únicos que secundaron el paro convocado ayer. Muchos centros de la comarca, a su manera, se unieron a las protestas. En el colegio boirense Santa Baia, una veintena de docentes se concentraron, de un modo más silencioso, a la entrada del centro para mostrar su desacuerdo con las medidas de ajuste tomadas por la Consellería de Educación. Lo mismo ocurrió en el Fontexería, del municipio muradano, entre otros. Y es que se calcula que la mitad de los centros barbanzanos se unieron a estas reivindicaciones a lo largo de la mañana.

Los que no se unieron

Algunas escuelas con alumnos de corta edad, como es el caso del Fernández Varela de A Pobra, no secundaron el paro de brazos caídos al ser necesaria la atención continua a los pequeños. También hubo colegios en los que los maestros manifestaron su desacuerdo con este tipo de protesta, como fue el caso del colegio boirense de O Castro.

Especial mención merece el caso del colegio pobrense Pilar Maestu, donde el inicio de las clases se retrasó a las once y media de la mañana debido a la resaca de las fiestas del Nazareno. Por ello fue imposible que los docentes se unieran al paro convocado para las diez.