Caballero tendrá que prorrogar en 2012 el presupuesto de este año

j. fuentes, M. J. Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

Todavía no ha iniciado la negociación de las nuevas cuentas con el BNG

01 dic 2011 . Actualizado a las 11:57 h.

El próximo 1 de enero el gobierno local, con Abel Caballero a la cabeza, tendrá que prorrogar el presupuesto de 2011 para que tenga validez en 2012 hasta que pueda aprobar uno nuevo. De esta forma el alcalde vigués forzosamente reconocerá que su equipo en minoría no ha sido capaz de tramitar unas cuentas en los plazos legalmente establecidos.

No es que se trate de una situación inusual en los concellos, pero desde que Caballero llegó a la alcaldía en 2007 convirtió en una bandera el hecho de que el Concello dispusiera de un presupuesto en vigor en la fecha oficial. Lo consiguió en tres de los cuatro ejercicios y exhibió este hecho como bandera de la existencia de un gobierno fuerte, estable y cohesionado. En el único año en que no fue así el retraso no fue imputable a tensiones políticas, sino a la necesidad de disponer de las cifras de la aportación estatal.

Sensu contrario, en el momento actual Caballero tendrá forzosamente que reconocer que no cuenta con los votos para aprobar el presupuesto de 2012 y que la operación para conseguirla será compleja y quizás sin garantías de éxito. Iniciado ya el mes de diciembre, que se sepa no han existido contactos con el grupo nacionalista, de cuyos tres votos depende su aprobación.

Negociación pendiente

En estas condiciones, en el mejor de los casos se necesitarán varias semanas para negociar su contenido. Posteriormente tendrá lugar la aprobación inicial, publicación del documento, presentación de alegaciones, estudio de las mismas y aprobación definitiva. Salvo un milagro, al menos hasta febrero, en la hipótesis más optimista, Vigo carecerá de presupuesto en vigor.

A estas alturas el paso previo para su aprobación todavía no se ha producido. El BNG ha exigido a los socialistas que le presenten un borrador para estudiarlo y, a partir de ahí, plantear sus exigencias. Esta vez no parece que hablen de farol como lo demuestra lo ocurrido en el último pleno. Los nacionalistas exigieron que se retiraran las alusiones a la prórroga de Aqualia para aprobar una modificación del presupuesto del 2011 y abonar 1,9 millones de euros pendientes de una sentencia urbanística. Caballero se negó en primera instancia pero al final acabó por ceder.

Una vez con las cuentas en su poder empezará el verdadero debate. En el gobierno saben que el Bloque quiere limitar al mínimo las obras de humanización de calles para mantener

el gasto social e incluso aumentarlo. Es una de las líneas rojas que Caballero se ha negado a atender en los últimos meses, y posiblemente sus declaraciones públicas en los últimos meses harán más difícil el acuerdo.

Aparte de este asunto, el PSOE no sabe lo que quiere el Bloque y en este contexto de momento ha retrasado el presupuesto. Pronto se sabrá cuando lo pone sobre la mesa.