Duelo de brasileños sin pólvora

V. López

VIGO

29 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El esperado choque de arietes brasileños resultó un fraude. Ni Arthuro ni Dinei respondieron a las expectativas de lo que de ellos se espera. Al primero lo fichó el Celta este verano con la idea de convertirle en su referencia en ataque. Al segundo se lo llevó el Tenerife, con la recomendación del ex director deportivo celeste Ramón Martínez, y creyó haber descubierto una perla en bruto. Ambos están pasando sin pena ni gloria por esta temporada, y para muestra lo que sucedió ayer en Balaídos.

En la primera parte solo estuvo Dinei. El brasileño prácticamente no existió. Muy blando y lejos de la portería céltica en todo momento. Cuando marcó su compañero Richi, que no lo celebró, hasta parecía que hubiese sido él por la escasa repercusión que tuvo el tanto chicharrero. La única pegada brasileña, la samba del gol, la había puesto Saulo. En la segunda mitad Dinei estuvo algo más enchufado. Tocó un par de balones con peligro e incluso dio una asistencia a Saizar que pudo ser el segundo tanto canario.

Fue entonces, a los 57 minutos de partido, cuando apareció Arthuro. Llevaba sin jugar desde que el Celta ganó en Huelva. Otra lesión de tobillo le había impedido participar en los cuatro últimos partidos. Nada más entrar, el punta celeste se encontró con una oportunidad que le sirvió Roberto Lago. Tenía mucho a su favor pero su remate lo intuyó Luis García.

«Corres el riesgo de fallar»

Lo peor estaba por llegar. Una gran acción de contragolpe del conjunto vigués condujo a Arthuro hasta la boca del gol. Allí recibió un gran centro de Dani Abalo que inexplicablemente desperdiciaría. «Corres es el riesgo de fallar y a mi me pasó eso. De ninguna forma me va a afectar sino más bien al contrario me motivará porque sé que al final las cosas cambiarán bastante», comentó al final el delantero.

El público se desesperó por el tanto malogrado que pudo dejar la eliminatoria con un claro color celeste, pero también por ver que su gran esperanza de goles para esta temporada no funciona. «El murmullo ese a mi no me afecta pero a lo mejor al equipo no le conviene. La gente quiere goles pero la paciencia no es la más larga», dijo Arthuro.

Dinei se fue del campo en el minuto 79 con aplausos de una grada que en su día pudo ver su mejor versión. Arthuro se marchó sintiendo que aún tiene que mostrar una cara, que hasta ahora no ha aparecido.