Una época de vacas gordas que estuvo sustentada sobre pilares de barro con graves consecuencias
VIGO
El Celta disfrutó durante la década en la que Horacio Gómez fue presidente de los mejores éxitos deportivos de su historia: siete clasificaciones para competiciones europeas, una de ellas para la Liga de Campeones, una final de la Copa del Rey y la presencia de grandes jugadores de talla internacional que hicieron disfrutar a la afición con fútbol.
Pero esos logros deportivos se consiguieron con un coste importante que ha desembocado en una situación de insolvencia que ha acabado en el actual proceso concursal a raíz del descenso a Segunda División.
El equipo gestor que dirigía Horacio Gómez Araújo asumió más riesgos de los que aconseja la prudencia, y los disfrazó bajo una contabilidad anómala con la que justificaba seguir cometiendo esos excesos.
Dos etapas de un ciclo
El ciclo del anterior presidente del Celta consta de dos etapas. Una primera en los años finales de la década de los noventa, cuando empezaron a llegar los éxitos deportivos, en la que se realizaron operaciones económicas positivas, pero que invitaron a seguir corriendo riesgos. Consiguieron vender a jugadores a un precio mucho mayor al que habían pagado por ellos. Están los casos del canterano Míchel Salgado, que se fue al Madrid por doce millones de euros, Makelele, traspasado por 15 millones dos años después de que hubiese costado tres, o el mismo Ito, que en un solo año se le sacó una rentabilidad económica que multiplicó su precio por diez. Hubo otros casos como Turdó y Javi González. Era la etapa en la que se produjo el primer gran boom de los contratos televisivos.
Pero esas operaciones no sirvieron para realizar un proyecto más realista con la verdadera economía del club, sino que se asumieron riesgos mayores, con sueldos astronómicos (de cerca de veinte millones de euros en algunas temporadas) y fichajes millonarios que en la segunda etapa de la presidencia de Gómez no se vieron balanceados con los ingresos adecuados.
El ex presidente dejó el equipo clasificado para la UEFA, pero sin capacidad de maniobra si se descendía, como ocurrió.