Los propietarios aún no pueden hacer valoraciones concretas de las pérdidas. Cuando aún no habían asimilado el primer desastre, sus esperanzas volvieron a congelarse.
Algunos intentan salvar lo que les queda y otros buscar labores alternativas, pero todos «necesitamos que nos axuden, que se acorden de nós».
El gobierno local ha iniciado ya las gestiones para buscar posibles vías de financiamiento. La alcaldesa, Sandra González Álvarez, confirmaba ayer que «xa nos puxemos en contacto coa Consellería de Medio Rural, estáse estudiando se as afeccións están incluidas nos seguros agrarios e, de non ser así, a viabilidade de poder acollerse a outros tipos de axuda».
El edil de Medio Ambiente, Santiago Vergara, por su parte, apuntaba líneas de trabajo similares, señalando que «foi un feito impredecible e repentino, non é normal ter xiadas tan fortes, é un ano atípico». El gobierno local anunció además que, «en breve nos reuniremos con tódolos afectados para coñecer de primeira man a realidade de cado caso».
Según confirmaron los propios productores, también responsables del Sindicato Galego visitaron las plantaciones para evaluar daños.
A este «desastre natural», se le une otra de las principales reclamaciones de los afectados, «que se incremente el precio de la fruta». Marisol Carrera recordó que, aunque los precios se disparen en los establecimientos comerciales, «a nós síguennos mantendo os prezos, a un 62 céntimos por kilo, pouco máis aos que somos de produción ecolóxica, pero tamén con máis gastos». «Por eso, algunos, no podemos permitirnos ni el seguro», explica.