Poco más de noventa minutos de conversación y ningún avance concreto en el segundo cara a cara del alcalde coruñés, Javier Losada, con el presidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro. La cita, fijada para la una y media de la tarde, empezó con máxima puntualidad pero mucha distancia entre las dos partes.
Los dos interlocutores posaron serios para los fotógrafos y ni siquiera llegaron a darse la mano para las imágenes del acto. «La cosa empezó muy fría», confesaba el dirigente blanquiazul en sus primeras palabras tras un encuentro cuyo precedente más cercano se produjo en mayo del 2006. «Las dos partes nos hemos dicho todo lo que teníamos que decirnos y no nos hemos guardado nada», insistió pocos minutos más tarde.
Las correctas formas tras el encuentro no ocultan la enorme distancia existente entre las demandas del Deportivo y las posibilidades «legales y reales» del Ayuntamiento de dar salida a esas peticiones.
Así, mientras Lendoiro hablaba de que «no se ha descartado la posibilidad de trasladar el estadio al Puerto, al menos no de plano», el entorno del alcalde era mucho más rotundo. «Sólo se planteó en abstracto la posibilidad de 'usar otras ubicaciones' y en ningún momento se habló del suelo de las instalaciones portuarias», apuntaron desde María Pita.
Además, Javier Losada le recordó a Lendoiro que cualquier decisión «deberá ser adoptada conforme a la más estricta y rigurosa legalidad y, por supuesto, a los intereses de todos los ciudadanos coruñeses».
También fueron bien distintas las versiones sobre los posibles cambios en las condiciones del convenio suscrito entre Ayuntamiento y Deportivo. Lendoiro adujo que «no habrá problemas» en adaptar el texto con el único cambio, al menos a priori, de la cláusula sobre el uno por ciento del accionariado. En el Ayuntamiento la interpretación era otra bien distinta. «Se le ha explicado que, llegado el caso, se estudiarán las posibles implicaciones de una modificación de las relaciones con el Deportivo, pero no nos lo plantearemos, ni siquiera como hipótesis, hasta que haya alguna base sólida para opinar», afirmaron las fuentes municipales consultadas.
En lo que sí coincidieron las dos partes fue en el traslado del contenido de las conversaciones al socio de gobierno del PSOE, el BNG, y al resto de la coporación municipal «para intentar conseguir la máxima unanimidad de todos los concejales». De hecho, la escueta nota oficial del Ayuntamiento emitida al término del encuentro recoge literalmente que «el alcalde trasladará al equipo de gobierno municipal las diferentes opiniones y propuestas que le han sido planteadas» en el transcurso del encuentro con el presidente de la entidad blanquiazul.