«Mi madre me decía que me quedase en casa algo más»

S.?C.

SOCIEDAD

12 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Paula Pita es una rara avis en el contexto juvenil. Tiene 28 años pero hace dos decidió irse de su casa, sola y alquilada: «Estudié enfermería y saqué plaza para matrona. Mi primer contrato fue de dos años con un sueldo bueno y decidí romper el cordón umbilical», explica en un guiño a su profesión.

Lo curioso es que al principio a sus padres no les hizo ninguna gracia: «Mi madre, mis padres, me decían que me quedase en casa, que ahorrase para comprar un piso. Era eso de '¿pero qué necesidad tienes?'». Ella siguió adelante y ahora no se arrepiente. Cuenta con la ayuda del Estado de los 210 euros para el alquiler y cree que ese puede ser el empujón definitivo: «Tal vez nadie se independice por ese dinero, pero si quieres hacerlo te ayuda». Aunque entiende a sus amigos que siguen en la casa familiar cuando tienen sueldos malos o contratos muy temporales, a veces piensa que alguno con trabajo estable bien podría cortar amarras, «pero, bueno, cada uno es libre para hacer lo que quiera, claro».

Paula tiene ahora pareja, pero aún así va por casa de sus padres «dos o tres veces por semana». A veces come con ellos, en otras ocasiones solo va a mirar su correo electrónico: «A veces los echo de menos». Y es que cree, aunque no se plantea volver, que en casa de su mamá «se está muy bien, viviendo de hotel y sin hacer nada, o casi nada».