Pese a que la escasez de alumnado en algunas titulaciones continúa siendo un problema en las instituciones académicas, parece que el punto de inflexión de la matrícula universitaria ya ha llegado. La USC, por ejemplo, lleva varios años incrementando el número de nuevos alumnos que llegan a la institución y, de hecho, en este curso el aumento será de más de 300 estudiantes, según los datos provisionales de matrícula (el plazo en las carreras con límite de plazas aún no está cerrado en ninguna universidad).
Lo que sí es cierto es que lejos quedan los años de masificación en las aulas y crecimiento progresivo de alumnado. Desde el año de la segregación de las tres universidades en 1990, el número de matriculados creció hasta 1999, curso en el que se produjo el punto de inflexión, sin llegar a alcanzar nunca los cien mil alumnos. A partir de ahí el número de universitarios comenzó a descender y en estos momentos no supera los 75.000. Según los datos del 2006, la USC se situaba a la cabeza con algo menos de 30.000 universitarios.