La asociación de Belvís solicitó formalmente la polémica estructura para su ubicación en el parque de la zona
28 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Vecinos de Conxo hicieron entrega en Raxoi de un total de 564 firmas contra la implantación de la cubierta policromada en el parque de Pontepereda. Las rúbricas fueron recogidas a partir del jueves en el barrio. Los promotores de la iniciativa explican que la zona de ubicación no tiene accesos rodados y crea problemas serios de seguridad. El motivo, según indican, es la persistencia de algún punto de trapicheo de droga y la instalación de la marquesina crearía «condiciones idóneas» para trasladar el problema al parque.
El número de firmas recogidas es muy significativo, a juicio de los opositores al proyecto, de que «hay un malestar en el barrio» ante el anuncio del traslado de la cubierta y quieren trasladárselo a las instancias municipales. En ese sentido, aseguran estar dispuestos a ir «hasta el final» para que la carpa no se instale.
Junto a la presentación de las firmas, los vecinos contrarios a la cubierta han solicitado sendas entrevistas con el alcalde y los representantes de los distintos grupos municipales para explicarles su postura y reclamar infraestructuras necesarias para el barrio en sustitución del polémico elemento.
El departamento de Elvira Cienfuegos, del que depende el proyecto, se muestra dispuesto a dialogar de inmediato con los vecinos discrepantes para conocer sus razones, aunque resalta que es una iniciativa «moi positiva» para el barrio. Medio Ambiente recibió una petición formal de la asociación de vecinos de Belvís para albergar una estructura de este tipo en el emblemático parque de la zona, pero Cienfuegos les explicó que se trata de un espacio dinamizado con otros equipamientos y, por tanto, era preciso implantarla en un parque menos dotado.
La idea de Raxoi era ubicar la cubierta en Galeras, pero la asociación de vecinos presentó un escrito rechazando el proyecto porque podía atraer la movida al parque. Esta postura contraria, unida al hecho de que la cubierta requería un informe de la Xunta que iba a tardar tiempo y al interés explícito de otras zonas, impulsó a Elvira Cienfuegos a no esperar (dado el límite de tiempo del Plan E) y a optar por emplazar la estructura en Pontepereda, por cuanto la asociación de vecinos de Conxo la había solicitado por escrito justo en esos días.