Espadas reclama responsabilidades políticas e insiste en que se cree una comisión investigadora
16 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El cese del jefe del servicio de Obras del Ayuntamiento, después de que la Fiscalía decidiese abrir dilegencias por el proceso de licitación de las obras de mejora del polideportivo del Quiroga Palacios, ha derivado en una nueva confrontación entre gobierno y oposición. El alcalde rechazó ayer de pleno apartar al concejal de Obras, Bernardino Rama, de sus responsabilidades en esa área, como pide el PP, al tiempo que replica a la oposición que no está en posición de dar lecciones. «Con todos os casos nos que ten imputados, e todos os días no xulgado, non é para que nos dean moitas leccións aos demais do que hai que facer».
En lo único en que coinciden socialistas y populares en esta polémica es en respetar el derecho a la presunción de inocencia del afectado hasta que se clarifique el caso. El regidor insiste en que la apertura de diligencias de la Fiscalía es una fase previa, lo que significa que el fiscal entiende que «si puidera haber responsabilidades, non que as haxa», y sostiene que Bernardino Rama no solo no aparece citado en esas diligencias, sino que fue él «quen desfixo o entorto» que se dio en el proceso de licitación, al asumir, como presidente de la mesa de contratación, que el informe inicial no era válido, que se revisara y se retomara de nuevo el proceso de adjudicación.
Pero la oposición va más allá y sostiene que el caso no se puede resolver sin explicaciones por del gobierno y reclama también responsabilidades políticas. Según Ángel Espadas, «las hay detrás de todo esto» y apunta al alcalde «como principal responsable de esta adjudicación irregular» en su calidad de presidente de la Xunta de Goberno, aunque la portavoz socialista, Marta Álvarez-Santullano, salió al paso ayer para indicar que «ese procedemento foi aprobado na Xunta de Goberno con informes técnicos, nos que constaba o seu voto -el de Espadas- en todas as mesas de contratación».
Esta es la segunda vez que se cesa al jefe de Obras. La primera fue en 1999, cuando concurrió a las elecciones locales como independiente con el PP. Bugallo entendía entonces que no podía tener en un cargo de confianza a un candidato de otro partido, y así lo entendió también el afectado, según fuentes municipales. Aunque salió elegido, Tomás Rivas no tomó posesión del acta y en el 2005 asumiría esa jefatura de nuevo.